La CUP insta, ante el 1-O, a “barrer” al poder político y económico
Su cartel de campaña, de inspiración soviética, equipara a Rajoy con Mas, Botín o Rouco
Haciendo honor a la etiqueta de antisistema, la CUP y otros colectivos afines de la izquierda independentista como Arran y Endavant presentaron ayer su material de campaña por el sí en el referéndum unilateral del 1 de octubre con un llamamiento a la desobediencia para “echar fuera a todas las estructuras del poder político, económico y social”. Entre los señalados por los radicales están la monarquía, la banca, la Iglesia y partidos tradicionales como Convergència (ahora PDECat), al que siguen apoyando en el Govern, y el Partido Popular.
El cartel no deja espacio a la duda: bajo la leyenda “Barrámoslos. Desobediencia, autodeterminación, Països Catalans’”, aparece una mujer que expulsa con su escoba del mapa las caricaturas del rey Felipe, Artur Mas, Mariano Rajoy, Jordi Pujol, el cardenal Rouco Varela, la empresaria Patricia Botín, la difunta alcaldesa de Valencia Rita Barberá, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el torero Juan José Padilla, entre otros.
No es una idea original. La CUP se ha inspirado en una de los iconos de la revolución soviética de 1917 y que a lo largo de los años se ha utilizado como imagen de propaganda en diferentes contiendas bélicas: la I y II Guerra Mundial o la guerra civil española, tanto por el bando republicano como el franquista.
En un acto celebrado delante de la Cambra de Comerç de Barcelona, y en el que participaron las diputadas de la CUP Anna Gabriel y Mireia Vehí, la portavoz de Arran, Mar Ampurdanès, quien se ha hecho célebre este verano al defender públicamente el asalto al autobús turístico de Barcelona, afirmó que las personas que aparecen en el mapa simbolizan el “régimen que queremos romper”.
Por ello, presentaron la consulta del 1-0 como una oportunidad de acabar con el actual sistema político y económico de España y la Unión Europea para construir una república catalana comunista, feminista y ecológicamente sostenible. La izquierda antisistema avisó que, pese a que el Estado tiene “armas para impedir” el referéndum, no están dispuestos a aceptar sus “imposiciones” ni sus injerencia. Así, reivindicaron la “movilización popular” como un activo para “plantar cara” a las “fuerzas españolas”. Entre otras razones, porque no creen que se pueda declarar la independencia sin un conflicto abierto, pasando,
En el cartel, inspirado en uno de la revolución rusa, aparece una mujer barriendo a Mas, Rajoy,Pujol, Rouco...
como sostiene el Govern, de la actual marco legal a una “legalidad catalana”.
La CUP y el resto de formaciones antisistema llevarán esta campaña durante el mes de septiembre en favor de la independencia también a Valencia, Baleares y Aragón, y la alternarán con la campaña unitaria junto a JxSí, ERC y las entidades independentistas.
Al poco de que se diera a conocer el cartel, afloraron numerosas reacciones en contra, entre ellas del PDECat, con el que la CUP mantiene un pacto de gobernabilidad que permite a Carles Puigdemont ser presidente de la Generalitat. “Poner en el mismo saco a Mas y Rajoy es miserable. Uno condenado por demócrata; el otro, jefe de un Estado que persigue las ideas. Dais pena”, escribió en su cuenta de Twitter el coordinador organizativo del Partit Demòcrata, David Bonvehí.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, censuró la campaña de la CUP y destacó irónicamente que esta desvela “para qué sirve el proceso: para echar a los turistas, expropiar pisos y acabar con la corrupción de la mano del banda del 3 %”.
El líder del PPC, Xavier García Albiol, afirmó: “El fascismo de la CUP al natural. Quien no piensa como ellos, ¡fuera! CUP, ¿también nos pondréis un brazalete? Sois una vergüenza”.