Pop en Cap Roig
Sidonie y La Iaia presentaron anoche sus últimos trabajos
El festival veraniego de Calella acogió anoche la presentación del nuevo álbum de Sidonie en su 20.º aniversario, una onomástica que celebraron junto a los más jóvenes (a pesar del nombre) La Iaia.
La lluvia se convirtió ayer en la invitada menos deseada del doble concierto protagonizado en los jardines de Cap Roig de Calella de Palafrugell por el grupo de Osona La Iaia y los veteranos Sidonie, que cumplen veinte años de existencia este año. El público miraba al cielo poco antes de las diez, hora prevista de inicio de la actuación musical, con cara de pocos amigos. Y aunque la amenaza de suspensión estuvo presente durante un buen rato, cuando pasaban 25 minutos de la hora prevista La Iaia salió al escenario. Lo hizo bajo una cortina de lluvia pero con el ánimo suficiente de alegrar a un público que aguantaba estoicamente el chaparrón enfundado en unos chubasqueros azules de plástico que había repartido la organización. El cantante y guitarrista de la banda, Ernest Crusats, agradeció el gesto. “Gracias por estar aquí con la que está cayendo”, afirmó desde el escenario. Entre los “valientes” del público, su abuela a quien saludó al inicio y al final del concierto.
Parte meteorológico al margen, el trío arrancó con La platja, uno de los grandes éxitos de su primer disco, Les ratlles del banyador, del que también sonaron más adelante Explosió y la celebradísima Declaració de principis. Su actuación de poco menos de una hora sirvió sobre todo para que tocaran temas de su último trabajo, Tornar a ser u, que evidencia la madurez que ya ha conseguido el grupo formado por Ernest Crusats, Jordi Casadesús y Jordi Torrents. Piezas como He après a aparellar-me els mitjons, Un i mig, Mariona o Dissabtes bons dan fe de su enorme convicción en su apuesta musical y estilística, que además cuenta con el favor de sus seguidores. A la mitad del concierto, la lluvia dejó de hacer acto de presencia.
La actuación de La Iaia le supo a poco a buena parte de los asistentes, pero aún quedaba mucha fiesta por delante y le tocaba el turno al considerado plato fuerte de la noche, Sidonie, otra banda que ha sabido crecer y evolucionar hasta convertir su nombre en un clásico del pop indie. Marc Ros, Axel Pi i Jesús Jes Senra, reforzados por tres músicos más, se plantaron en el escenario de Cap Roig a los sones de Os queremos , un tema incluido en su último disco y que propició que el trío barcelonés conectara desde el primer momento con sus fans, ante los que se declararon “impresionados” y “felices” por tocar en un “entorno increíble”.
Ha pasado mucho tiempo desde aquellas dudas iniciales que les llevaron a considerarse el peor grupo del mundo y hoy Sidonie es una formación sólida, consistente, con un repertorio impecable. Piezas como Nuestro baile del viernes, Costa Azul, El bosque, Carreteras infinitas, Un día de mierda, El incendio o Estáis aquí consiguieron que se estableciera una auténtica comunión entre los artistas y su público, que favoreció un fin de fiesta por todo lo alto, con Marc Ros cantando y bailando entre el público. La ocasión lo merecía.