Patria potestad
Es imposible quedar indiferente ante el caso del niño Charlie Gard, que hace ya algunos días murió en Inglaterra. A pesar de su grave enfermedad parecía que había una posibilidad de mejorar su situación, pero las leyes, unos jueces o no se sabe qué lo impidieron. Los partidarios de la eutanasia opinarán lo contrario, pero no olvidemos el juramento hipocrático que hacen los médicos y farmacéuticos, que se obligan a salvar la vida a toda costa.
Otro aspecto que considerar es la anulación de la patria potestad de la que han sido víctimas sus padres, ya que las autoridades impusieron lo que había que hacer, y lo hicieron. Cosa parecida está ocurriendo en el campo de la educación de los hijos, que es el Estado quien decide cómo y en qué se les tiene que educar, penalizando a quien no cumpla sus leyes, etcétera. Sin duda un atentado contra la libertad que solapadamente los poderes públicos a escala mundial están poniendo en práctica. Es cuestión de tiempo si no se reacciona.
LOURDES CAMPS
Barcelona