SOS de Barcelona por la soledad en la vejez y el paro
Barcelona tiene 161 personas de 65 años por cada 100 menores de 15; tres distritos rozan un índice de envejecimiento del 190
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¿Cuántas fuentes tiene cada vecindario? ¿Cuántos parques? ¿Y hoteles? ¿Cuántos usuarios tienen las bibliotecas? El Ayuntamiento de Barcelona hizo público ayer su observatorio estadístico anual para contestar estas y otras muchas preguntas. Se trata de la radiografía ciudadana más completa y un exhaustivo análisis social de barrios y distritos. La mayoría de datos, en particular sobre las rentas más altas y las más bajas, no aportan muchas novedades con respecto a otros años, pero dibujan una realidad caleidoscópica con dos aspectos muy preocupantes: la soledad en la vejez y el paro de larga duración.
Barcelona tiene un índice de envejecimiento muy alto, superior al 161. Es decir, por cada cien personas menores de 15 años hay más de 161 de 65 años o más. Esa es la media, pero distritos como Les Corts, el Eixample y HortaGuinardó la rebasan ampliamente, con cifras de entre 190 y 183,7. Incluso los distritos con el índice más bajo tienen una notable desproporción entre mayores y jóvenes: Sant Martí (141,1), SarriàSant Gervasi (127,6) y Ciutat Vella (casi 125). Barcelona no sólo es una ciudad envejecida, también solitaria. El 12,5% de la población barcelonesa vive sola. Ciutat Vella ocupa el primer puesto de esta clasificación, con un 15%, y Sant Andreu, con un 11%, el último.
Sólo hay una cosa peor que la soledad: la soledad cuando el viajero se dirige a lo que el poeta Joan Margarit llama “la part més fosca del camí”. El porcentaje de la población mayor de 65 años que vive sin ningún tipo de compañía es del 25,6. Entre el primer distrito de la lista (de nuevo Ciutat Vella, con un 32,4%) y el último (Les Corts, con prácticamente el 23%) media una muy pequeña distancia. Las diferencias, sin embargo, se acrecientan si se amplía el foco y se pone la lupa sobre los barrios. Montbau, en HortaGuinardó, tiene un índice de envejecimiento del 261, que cuadriplica ampliamente el de Torre Baró (63), en Nou Barris, el barrio con la población más joven.
Algunas revelaciones son sorprendentes. Ciutat Vella, con 100.000 personas y el 6,2% de los residentes de la ciudad, es el único distrito con mayor peso de la población masculina (un 52,4%). Sant Martí es uno de los más densos, con el 14,5 de la población, sólo superado por el Eixample, con el 16% y donde cuatro de cada 10 ciudadanos tienen estudios universitarios. Les Corts ostenta uno de los pesos de población extranjera (europeos comunitarios y chinos) más bajos. Sarrià-Sant Gervasi se puede vanagloriar de la esperanza de vida más alta y de algo más: de nuevo este distrito es el que disfruta de los niveles de renta familiares y de estudios más elevados; en el polo opuesto Nou Barris detenta los más bajos.
Entre el océano de datos económicos hay uno inquietante: el 40,5% de los desempleados son de larga duración. Cinco distritos, liderados por Sant Andreu con un 44%, superan esa media. El más afortunado es Gràcia, con
sólo un 36,5% de paro enquistado. Según el estudio, que en esta parte se remite a datos del 2015 y no del 2016, hay que emplear una media de cinco años y medio de ahorros para poder acceder a una vivienda de segunda mano.
Si una cosa demuestra el informe, es que hay tantas Barcelonas como barceloneses. En plena tormenta por el debate sobre el modelo turístico, los pisos de alquiler, la gentrificación y la turismofobia, conviene recordar que hay islas que no tienen censado ni un sólo alojamiento turístico. Ni hoteles, ni albergues ni apartamentos. Nada. Es el caso, por ejemplo, de la Clota, Vallbona o Can Peguera, por citar sólo tres barrios.
En el polo opuesto, con la población más joven y un índice del 63 está Torre Baró Montbau tiene el mayor índice de envejecimiento de toda la ciudad, un 261