Peralada se resarce con Malú
El festival recupera su pulso tras suspender por la lluvia la segunda ‘Madama Butterfly’
En el 2015 Malú recibió la medalla de Andalucía por “toda una carrera” pese a que entonces sólo contaba 33 años, aunque es cierto que ya ostentaba un impresionante palmarés en cuanto a ventas y éxito de convocatoria. Dos años después, sigue en la misma estela de triunfo comercial. Quedó claro anoche al reunir a unas 1.800 personas en el Festival Castell de Peralada. Con esta actuación, el ciclo retomaba su programación tras verse obligado a suspender, el pasado miércoles, la segunda representación de
Madama Butterfly ya que debido a la lluvia sólo se pudo interpretar el primer acto de la ópera.
El concierto de Malú empezó puntualmente pese a que, en los minutos previos a la hora del inicio, un chaparrón hizo de las suyas en este punto del Empordà, por lo que algunos espectadores lucían los chubasqueros facilitados por la organización. La artista compareció acompañada de una banda de ocho músicos. Vistiendo de negro, irrumpió en escena entre efectos de tormenta y cristales rotos. Empezó interpretando Cenizas y De vez en cuando, temas pertenecientes a su último trabajo Caos (2015), para dirigirse al público por primera vez. “Ahora mismo no estamos de gira. Por eso os agradecemos especialmente este pedazo de sold-out que nos habéis regalado esta noche”, dijo. Luego retrocedió hasta el 2013 recuperando Deshazte de mi, canción que interpretó tocando ella misma los tambores en el centro del proscenio. Cerca del ecuador de la gala, protagonizó un celebrado segmento acústico con números como Ni un
segundo o Desaparecer. Canciones de su último trabajo hasta la fecha y éxitos de épocas anteriores marcaron el intenso recorrido de Malú. Su fórmula: canciones pop con retazos flamencos en su expresiva voz –es sobrina de Paco de Lucía–, y una muy bien medida producción, conectando hasta el arrebato con el público.