Desafiará el tiempo
En uno de los momentos de más confusión para los que todavía creemos en la música del sistema temperado y nos encontramos dentro de la generación que tanto aprendió de Schönberg y de su promoción, la muerte de mi querido colega y amigo Xavier Benguerel, me ha producido una gran tristeza. En primer lugar porque hemos perdido a un gran compositor del cual siempre he admirado un lenguaje atonal libre y coherente, aplicado con éxito a la música para solista, conjunto de cámara, orquesta sinfónica y sobre música vocal con orquesta (Rèquiem, la ópera Jo, Dalí...).
En segundo lugar, tuve la oportunidad de conocer su música a fondo, dirigiendo varias de sus obras y estrenando la ópera Spleen, con libreto de Lluís Permanyer, que interpretó el conjunto Diabolus in Musica. Y finalmente hay que destacar su parte humana. Xavier fue siempre un auténtico y fiel amigo, y recuerdo que en programas de música contemporánea, en una parte del concierto figuraban dos obras nuestras, una suya y una mía. Envío todo mi pésame para Sílvia y sus hijos, a quienes tengo gran cariño, que de otra parte pueden estar orgullosos porque Xavier Benguerel deja una obra de gran calidad con la seguridad de que desafiará el tiempo.