Dembélé, en rebeldía
El francés no se presenta a un entrenamiento para forzar su salida al Barça
Ya nadie puede dudar de que el deseo de Ousmane Dembélé es jugar en el Barça. Es un rebelde con causa. Tras su espantada al no presentarse ayer en el entrenamiento del Borussia Dortmund, el delantero francés dejó claro que está dispuesto a forzar la situación para lograr su objetivo. Con su ausencia sin justificar, Dembélé decidió presionar al equipo alemán para que llegue a un acuerdo para traspasarle al Barcelona después de que la primera oferta blaugrana no fuese aceptada por no corresponder “con el extraordinario rendimiento y valor del jugador y que no es acorde con la situación económica del mercado europeo de fichajes”, según reza el comunicado del Dortmund, que pide entre 120 y 150 millones por el extremo, de 20 años.
“Dembélé no ha participado en la sesión. Hemos intentado contactar con él. Espero que no haya pasado nada grave”, descubrió por sorpresa el entrenador del Borussia Dortmund, Peter Bosz, en la previa del duelo frente al Rielasingen-Arlen. En ese momento se especuló con un posible viaje a Barcelona pero el futbolista nunca se movió de la ciudad. Por la indisciplina Dembélé ha sido multado y sancionado y no jugará el sábado ese partido de la primera ronda de la copa alemana a la espera de que el Barça vuelva a la ofensiva.
El Barcelona pretende que Ousmane Dembélé sea el sustituto de Neymar en la delantera blaugrana. Si el brasileño jugó a través de sus silencios durante la gira por Estados Unidos escondiendo su fuga al PSG, el francés ha sido mucho más escandaloso. Ha hecho que sus actos hablen alto y claro por él al no presentarse a una sesión.
El Camp Nou siempre ha estado en la cabeza del joven atacante, que sin embargo la temporada pasada cuando el secretario técnico Robert Fernández fue a buscarlo cuando jugaba en el Stade Rennes no se atrevió a fichar por el Barça al tener por delante al tridente. Prefirió, con 19 años, foguearse en el Borussia Dortmund donde sabía que tendría más continuidad, como así fue con 49 partidos jugados, 37 como titular y 10 goles. Con el Mundial del 2018 a la vuelta de la esquina, la intención del internacional francés era seguir vistiendo de amarillo y negro una temporada más junto a su socio en ataque Aubameyang. Pero el adiós de Neymar abrió un nuevo escenario y Dembélé no quiere volver a dejar pasar el tren del Barça.
Por esa razón, al futbolista le sentó tan mal que su actual equipo no aceptase el martes la primera oferta del club blaugrana. El pasado miércoles ya se le vio bastante taciturno y algo mosqueado en los prolegómenos de la fotografía oficial del Borussia Dortmund. Ayer, frustrado por la negativa a venderle, no acudió a entrenar. Sin tener permiso. Declarándose en rebeldía.
No es la primera vez que sucede. Dembélé ya plantó al Rennes con 18 añitos. El chico jugaba en el filial y tenía una oferta del Red Bull Salzburgo, club que se fija en promesas. El conjunto francés no le vendió entonces pero el chaval sí que consiguió que le subiesen al primer equipo, desde donde llamó la atención del Barça y del Borussia. Dos años después repite la estrategia.
A diferencia de lo sucedido con el PSG por Verratti, el comunicado
DE MOMENTO, CASTIGADO El Borussia Dortmund sanciona al extremo sin jugar la Copa y rechaza la primera oferta blaugrana
OTRA FORMA DE DESPEDIRSE Coutinho siempre optó por una línea más discreta ya que el acuerdo con el Liverpool es más cercano
del club de la región del Ruhr indica que sí que ha accedido a sentarse a negociar con el Barcelona por el futbolista. En el fondo, se puede considerar como un llamamiento al Barcelona a seguir negociando y presentar una nueva propuesta. “Como hasta la fecha no hay ninguna otra oferta, actualmente el traspaso del jugador al FC Barcelona no es probable”, termina el escrito.
A diferencia de Dembélé, Philippe Coutinho ha optado por una línea más discreta en su intención de abandonar el Liverpool con destino al Barça. “No se trata sólo de cuánto están dispuestos a pagar. Nosotros no tenemos necesidad de vender”, avisó Jürgen Klopp, que se resiste a perder a su estrella. Pero lo cierto es que el acuerdo entre los dos clubs está mucho más cercano de lo que se desprende de las declaraciones del entrenador red.