Los antitaurinos denuncian más malos tratos en los ‘bous’
El desmayo de un toro embolado que los animalistas aseguraron que había muerto dispara la tensión con los taurinos del Ebre
La enemistad irreconciliable entre quienes defienden la celebración de festejos taurinos en las Terres de l’Ebre como tradición que perpetuar y las entidades animalistas, que persiguen su abolición porque sostienen que los animales sufren malos tratos, vivió ayer un nuevo episodio. AnimaNaturalis, asociación antitaurina que lidera en el sur de Catalunya la lucha contra los correbous, denunció ayer por la mañana la muerte de un toro embolado (de fuego) el lunes en las fiestas de la Cava, en Deltebre (Baix Ebre). El toro se desvaneció tras encender los organizadores las dos bolas de fuego de la estructura metálica sujeta a su cornamenta y tuvo que ser retirado de la plaza. Los animalistas dieron por segura su defunción, desmentida rotundamente por la Penya Taurina de la Cava y la Agrupació de Penyes Taurines de les Terres de l’Ebre.
“Mañana mismo (hoy) entregaremos las actas de la veterinaria y un informe que acredita que el animal está en perfectas condiciones”, explicó Camín Navarro, presidente de la peña taurina local. Los animalistas aprovecharon para denunciar más presuntos malos tratos a los animales durante otros festejos taurinos celebrados este verano en las Terres de l’Ebre. “No sabemos si esta temporada está siendo más salvaje que nunca o es que cada vez hay más vecinos y personas que son testigos de los distintos malos tratos en los correbous y nos lo comunican”, destacó Aïda Gascón, portavoz de AnimaNaturalis.
La entidad antitaurina asegura que otro toro embolado tuvo que ser sacrificado tras participar el 29 de junio en Camarles (Baix Ebre) en los correbous. “El bou fue incitado a subir un obstáculo y cuando intentó bajar, cayó mal y se rompió un cuerno. Se desmayó al momento, lo tuvieron que llevar a los toriles arrastrándolo con unas cuerdas y después fue sacrificado”, sostienen los antitaurinos. “No tenemos constancia de que ningún toro haya fallecido esta temporada. Es falso. Con estas denuncias sin ningún tipo de fundamento hacen daño a la fiesta y a los aficionados, y también a ellos mismos”, respondió Ximo Martí, presidente de la Agrupació de Penyes i Comissions Taurines de las Terres de l’Ebre.
Los animalistas denunciaron también ayer que otro toro sufrió quemaduras en parte de su cara en los bous embolats celebrados en l’Aldea (Baix Ebre), el pasado junio. Esta modalidad de correbous, la más polémica y criticada junto al toro capllaçat (ensogado), concentra gran parte de las denuncias presentadas por los animalistas por supuestos malos tratos. El objetivo final de los antitaurinos es el de lograr que a medio plazo la Generalitat prohíba las fiestas con toros en las Terres de l’Ebre, blindadas por la ley de los correbous, aprobada en el Parlament tras la abolición de las corridas de toros en Catalunya.
Los aficionados ebrenses a los toros se sienten perseguidos y lamentan denuncias presuntamente falsas con la única voluntad de dañar su imagen pública en Catalunya y presionar a los partidos políticos para que impulsen la abolición. “Este año habrá más denuncias que las temporadas anteriores, aunque será difícil que se impongan sanciones porque la ley es demasiado laxa y está hecha para proteger a los ayuntamientos”, sostiene Gascón.
En el caso de los bous embolats de Deltebre, el organizador no es el Consistorio, como sucede en muchos de los festejos, sino la Penya Taurina de la Cava. La ley obliga a los organizadores a contratar un veterinario que levanta un acta antes y después de cada festejo taurino para certificar que el toro no sufre maltrato y se cumple con los tiempos estipulados. Las actas se hacen llegar después al Departament d’Interior, con competencias para sancionar. “No tenemos manera de saber cómo está el toro de Deltebre hasta que podamos ver el acta del veterinario e Interior nos dé una respuesta. No nos fiamos. Tres fuentes distintas nos aseguraron que el animal había fallecido ”, insistió ayer tarde Gascón.
La Agrupació de Penyes Taurines difundió ayer tarde imágenes con el toro que presuntamente había resultado muerto en buen estado. “El animal sufrió un golpe de calor y se desvaneció, como le puede pasar a una persona, pero lo retiramos rápidamente y se recuperó”, insistió Navarro. La tensión entre antitaurinos y aficionados a los toros sube justo cuando la temporada de correbous ha pasado en el Ebro su momento más álgido.
Una plataforma pide por primera vez una alternativa a la fiesta de los ‘correbous’ en las Terres de l’Ebre Las peñas niegan que en junio falleciera un bóvido en Camarles y que otro sufriera quemaduras en l’Aldea