Los goles mataron la conspiración
El Bernabeu, más dedicado a disfrutar con su equipo que a pitar al árbitro
El Madrid se cargó la teoría de la conspiración arbitral contra ellos que algunos pretendieron montar a raiz del partido de ida. El madridismo acudió al Bernabeu dispuesto a pitar al árbitro y defender el honor de Cristiano y se encontró con que el buen juego de su equipo y los goles dejaron todo lo demás en un segundo plano. Suele pasar.
La pañolada para empatizar con Cristiano estaba dispuesta para el minuto siete, sagrado en el Bernabeu porque es el dedicado a recordar a Juanito con el “Illa, illa, Juanito maravilla”.
El problema para los defensores de la teoría conspirativa es que ya desde el minuto cuatro el Madrid mandaba en el marcador con un golazo marca de la casa de Marco Asensio, un chutazo por toda la escuadra, y el público estaba aún saboreando la jugada cuando tenía que sacar el pañuelo y corear su enfado contra la clase arbitral.
La pañolada se produjo y fue tan masiva como efímera, apenas veinte segundos duraron los pañuelos en el aire y los gritos de “Cristiano, Cristiano”. Mediado el segundo tiempo, desde la grada de animación se cantó “el Barça juega con doce”, poco seguido. La pañolada no estaba organizada desde dentro del club. La idea surgió de un grupo de peñistas que la organizaron a través de las redes sociales.
Pasado ese minuto siete y, salvo acciones puntuales, nadie en el Bernabeu se acordó del árbitro. Durante la primera parte el público disfrutó como hacía años no lo hacía contra el Barcelona en casa, convertidos los últimos clásicos en el Bernabeu en un calvario para los locales.
El último cuarto de hora del
CAMBIO DE PLANES
CRISTIANO, SOBRE SU SANCIÓN primer acto transcurrió entre olés cuando los madridistas se pasaban el balón. Y cuando Piqué se retiró sustituido por Semedo al comienzo del segundo tiempo todo el Bernabeu coreó con fuerza “se queda, se queda”.
La tarde había comenzado mal para el madridismo. Apelación ratificó la sanción de cinco partidos a Cristiano y horas después el portugués contestó a través de su cuenta de Instagram: “Imposible quedar inmune a esta situación, ¡¡cinco partidos!! Me parece exagerado y ridículo, esto se puede llamar persecución. Gracias a mis compañeros por el apoyo y a los aficionados”, se podía leer en un texto que acompañó con una foto en la que se ve a De Burgos Bengoetxea mostrándole la roja durante el clásico del domingo.
El Madrid llevará el caso al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) con la intención de que le reduzcan algún partido de sanción al jugador.
Los aficionados madridistas, además, habían llegado al estadio conocedores de que la Federación no mandaba a la nevera al árbitro vasco –como pedían algunos medios de Madrid– puesto que le designaba para arbitrar un partido de la segunda jornada, el Betis-Celta.
La grada de animación se agrandó y estrenó ubicación tras dos temporadas y media ubicada en el tercer anfiteatro del fondo sur. Anoche volvió a su lugar tradicional, inmediatamente detrás de la portería. A diferencia del día de la Liga, esta vez hubo poca presencia de seguidores azulgrana. El resultado de la ida no ayudó a un gran desplazamiento y los pocos que vinieron, unos 300, fueron ubicados en una esquina del tercer anfiteatro del gol norte. Soportaron con resignación varias veces el “Que Viva España”.
El gol de Asensio rebajó los ánimos de meterse con el árbitro y la pañolada duró 20 segundos “Me parece exagerado y ridículo; esto se puede llamar persecución”, escribió el portugués