Una discreta paella
Nunca una paella en Cadaqués tuvo tanta repercusión como la que protagonizó el verano pasado Carles Puigdemont en la casa veraniega de Pilar Rahola con un grupo de amigos de lo más variado. Los invitados, entre los que se encontraba desde el expresidente del FC Barcelona, Joan Laporta, hasta el major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, no sólo disfrutaron del ágape, sino que ya entrada la tarde la cita se convirtió en musical y saltó a las redes sociales, con el president a la guitarra, provocando gran polvareda política y mediática. La reunión de amigos debía repetirse ayer. Hubo paella, pero no sobremesa. Las trágicas informaciones del ataque terrorista en Barcelona hicieron que los planes de los convocados saltaran por los aires. Comenzando por los del presidente de la Generalitat, que suspendió sus vacaciones y volvió a Barcelona para ponerse al frente del gabinete de crisis puesto en marcha en el Palau de la Generalitat.