“Si fuera rey, mataría a los infieles y sólo dejaría a musulmanes que sigan la religión”
El presunto autor del atentado difundió mensajes radicales en una red social cuando era menor
Cuando la foto de Driss Oukabir empezó a circular por televisiones, redes sociales y medios digitales ayer por la tarde, el rostro les pareció familiar a muchos de los vecinos de Ripoll. Durante horas fue el principal sospechoso del atentado de Barcelona pero algo no cuadraba. “Pero si antes me he cruzado con él en la calle”, se cuestionaba ayer una vecina. Quizás se cruzó con Driss en el momento en que se iba a entregar a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Ripoll al descubrirse en televisión que era buscado y denunciar el robo de su documentación por parte de su hermano Moussa. Lo hizo acompañado de su madre, según explicaron ayer por la noche vecinos de Ripoll.
Driss, de 28 años, vivía en este municipio del Prepirineo, lugar de acogida de su familia, originaria de Marruecos, al que llegó siendo un niño. Nació en el año 1983 en la localidad marroquí de Aghbala. Tiene otros cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas, una de las cuales también era pequeña cuando sus padres decidieron instalarse en Ripoll. Uno de los hermanos, Moussa, de 18 años, nació en la capital del Ripollès y a medida que avanzaba la noche se convertía en el principal sospechoso del acto terrorista. El joven trabajaba en una histórica empresa dedicada al metal, Comforsa, en la localidad vecina de Campdevànol. En la red social de preguntas y respuestas Kiwi, que triunfa entre muchos adolescentes, escribió cuando tenía 16 años que “nunca viviría en el Vaticano” y que lo primero que haría en su primer día como rey absoluto del mundo sería “matar a los infieles y sólo dejar a musulmanes que sigan la religión”, lo cual da idea de su radicalidad.
Ripoll era un municipio ayer en estado de shock. “Es muy fuerte, ya tenemos el terrorismo aquí, a la vuelta de la esquina”, se lamentaba una vecina, que por miedo no quería dar su nombre. “Estoy alucinada”, decía otra. La dueña del restaurante en el que una de las hermanas de Driss y Moussa trabajaba, aseguraba por teléfono, “estar temblando” desde que supo la noticia. Intentaba una vez y otra ponerse en contacto, sin éxito, con una de sus hermanas, que está esperando gemelos, y que hace aproximadamente un mes dejó de trabajar en el local por prescripción médica. “Tenía un embarazo de riesgo”, afirmó la dueña. Otra de las hermanas antiguamente también había trabajado en el local durante muchos años en la cocina.
Las hermanas residían en la entrada de Ripoll, cerca del restaurante Esclat y de la antigua colonia textil Agafallops que conserva aún la disposición de las casas que evoca el pasado industrial del municipio. Un barrio en el que también hay varios bloques, algunos ocupados básicamente por familias marroquíes. En un primer piso de la calle Antonio Gau- dí, ayer rodeada de policías, vive la madre de los cinco hermanos, Fátima. Comentaba ayer un vecino que en ocasiones solía ver a los hermanos cuando iban a visitarla. “La familia estaba integrada, llevaban muchos años viviendo aquí”, afirmaba un vecino. Moussa, siendo cadete, había formado parte de la Escola de Futbol Sala de Ripoll y los hermanos Oukabir se habían escolarizado en el municipio.
Driss vivía en la otra punta del pueblo, en la zona Pla de Ginebret, cerca de la estación de tren, con su pareja de origen gitano y un perro de raza peligrosa. “Hablaba bien catalán, mejor que yo”, afirmaba ayer un joven vecino desde un bar próximo al Monestir de Ripoll. Otros, explican que las peleas entre la pareja eran frecuentes. En el año 2012, Driss, que se apodaba en su cuenta de Facebook, “la comadreja”, “la fouine”, en francés, pasó un mes en la cárcel de Figueres como preso preventivo por un presunto delito de abuso sexual. Algunas fuentes apuntaban ayer que tenía un carácter conflictivo, ya cuando hace diez años estaba en la escuela taller. “Ya entonces tenía actitudes fanáticas”, explicaron esas fuentes.
Driss tenía abierta una página en Facebook que fue clausurada horas después del atentado tras
saturarse de insultos. En ella no había mensajes islamistas, pero sí alguno antisionista, y contenidos vinculados con la religión y la oración. En cuanto a fotos, la última que colgó era una suya en una playa. Por medio de su página compartía vídeos de rap.
Cuando se entregó en los Mossos d’Esquadra negando tener nada que ver con los atentados, Driss aseguró que le habían robado la documentación, hecho que se comprobó que había denunciado con anterioridad. Los carnets sustraídos, posiblemente por su hermano, fueron los que le vincularon con el ataque en la Rambla, pues fueron utilizados para alquilar la furgoneta, con la que se cometieron los atropellos, en una empresa especializada en este tipo de vehículos en Santa Perpètua de la Mogoda.
Fuentes de la Seguridad del Estado también señalan que Driss ha tenido vínculos en Melilla, donde trabajó como mecánico de coches durante una temporada. Driss tiene en la actualidad pasaporte español. Los Mossos mantienen detenido a Driss. Moussa escapó.