Agua dulce a bordo
Eco Sistems desaliniza agua para barcos de ocio con una bomba de bajo consumo de energía
El agua dulce es un bien preciado y escaso a bordo de un barco. Quedarse sin agua es para muchos un quebradero de cabeza. Ni ducha, ni agua del grifo para beber. Lo habitual es llenar el depósito en puerto pero en travesías de días o semanas se corre el riesgo de no poder hacerlo y quedarse sin”. En un afán de buscar autonomía, Antoni Parés ideó hace veinte años una bomba que, con el sistema de filtraje de osmosis inversa, permitía desalinizar y potabilizar el agua con un 80% menos de la energía eléctrica necesaria habitualmente. Parés era y sigue siendo propietario de la empresa de bolsas de plástico Bolsaplast pero también un gran aficionado a la náutica. En su tiempo libre ideó este sistema y, enseguida, sus compañeros pidieron uno de igual. Con el tiempo, lo que empezó siendo un invento casero se convirtió en su segundo negocio.
En el 2000, constituyó la empresa Eco Sistems y protegió su bomba de recuperación de energía con más de 10 patentes. Durante diez años, comercializó la tecnología para un fabricante de potabilizadoras de Estados Unidos hasta que en el año 2012 decidió fabricar aparatos completamente propios. “Eco Sistems empezó a vender la desalinizadora (por un precio de entre 4.000 y 18.000 euros) a propietarios de yates y veleros, especialmente aficionados a largas travesías, así como a proveedores mundiales del sector de los astilleros que, junto con distribuidores extranjeros, han llevado la tecnología por toda Europa”, explica Ignasi Casas, director general de la compañía.
Parés parece que no tuvo bastante, porque en el 2014 inició la investigación para fabricar una bomba similar pero de grandes dimensiones, para ser utilizada en el suelo, en puertos, gremios de pescadores y hoteles. La idea convenció en la empresa catalana especializada en piscinas Fluidra y a Caixa Capital Risc, que juntas, aportaron 500.000 euros, una operación que les permitió hacerse con el 40% de la compañía.
Después de dos años de pruebas, el director asegura que si un metro cúbico de agua dulce cuesta entre 2 y 3 euros, con su sistema (que de entrada, cuesta 55.000 euros) el ahorro se reduce a 0,5 euros el metro cúbico. La nueva desalinizadora se lanzó al mercado el año pasado y Casas asegura que ya está en fase de pruebas en el puerto olímpico de Barcelona.
Hoy, Eco Sistems factura 450.000 euros, 30% de los cuales provienen de las exportaciones de los aparatos al extranjero. Casas apunta que este año espera que la cifra crezca hasta los 900.000 euros, impulsada por las ventas de la nueva máquina. La idea, explica, es que el negocio vuelva a ser rentable el año que viene y que, sin abandonar las ventas a embarcaciones de ocio, el nuevo aparato permita dar un salto de dimensiones a la compañía, comercializándolo en Sudamérica y África.
Fluidra y Caixa invirtieron 500.000 euros en la empresa, que ahora lanza un aparato para puertos