Una estrella en Sant Feliu de Guíxols
La violinista Sarah Chang puso ayer la nota de clásica en el festival Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols. Y de manera harto espectacular: uniendo fuerzas con un siempre más íntimo Quartet Gerhard, ofreció unas Cuatro estaciones de Vivaldi de gran vigor que dejaron al público del certamen ampurdanés entusiasmado. Y es que la espectacularidad acompaña a esta estrella del violín, niña prodigio nacida en Estados Unidos aunque de origen coreano. A sus 36 años está ya considerada una veterana de la clásica, con un dominio no sólo de lo estrictamente musical, terreno en el que siempre ha brillad por su virtuosismo, sino también estético, pues como la mayoría de solistas que se hallan en primera línea de la escena internacional, también Chang cuida su imagen.