La Vanguardia

La cantante que se desprendió del $

DESDE SU ANTERIOR TRABAJO, HACE CINCO AÑOS, KESHA HA PASADO POR UN INGRESO CLÍNICO, UNA DEPRESIÓN, UN TRASTORNO ALIMENTICI­O Y UNA DEMANDA POR ABUSO SEXUAL

- ANDRÉS GUERRA

La artista renace con un disco en el que se abre a una nueva vida después de su travesía del desierto

En enero del 2014 entró en una clínica especializ­ada en trastornos de la alimentaci­ón. Su novio consiguió que el personal médico aceptase que mientras estaba internada pudiese usar un pequeño órgano, casi de juguete. Kesha Rose Sebert (California, EE.UU., 1987) lo utilizó como complement­o a su terapia y con él compuso Rainbow. También se le permitió recibir cartas de los fans e incluso contestarl­as. En una de esas respuestas filtró lo que estaba por venir, un escándalo mayúsculo en la industria del pop: “Alguien con quien trabajo me ha llevado literalmen­te a esta enfermedad”. Si la conocimos como la despreocup­ada y fiestera Ke$ha, lo primero que hizo la cantante al salir de la clínica, dos meses después, fue eliminar el símbolo del dólar de su nombre. El siguiente paso fue demandar a su productor y representa­nte.

Si la metáfora del ave fénix no estuviese tan indebidame­nte manida, este sería el caso oportuno para emplearla: Rainbow, publicado el pasado 11 de agosto y de inmediato número uno en iTunes en 19 países, es el resultado de la transforma­ción que Kesha ha sufrido desde el 2012, fecha de su anterior trabajo, Warrior. Una eternidad en el negocio de la música de baile. La joven ha cumplido los 30 exponiendo su intimidad ante los medios y desnudando su alma en un álbum al que la revista especializ­ada Rolling Stone le ha otorgado cuatro estrellas.

Hace unos días la artista aparecía en el programa de televisión estadounid­ense Good Morning America, para presentar un trabajo cuyo primer single, Praying, se refiere sin pronunciar­lo al origen de su tormento: Kesha acusó a su productor y reputado hacedor de estrellas, Lukasz Gottwald ( conocido como Dr. Luke, por cuyas manos pasaron Britney Spears, Katy Perry y Miley Cyrus,) de haberla drogado, causado un trastorno alimentari­o y abusado sexualment­e de ella. Asimismo, pidió ante el juez ser liberada del contrato que la unía a él.

Cuando todo se hizo público, el pasado mes de octubre, el hashtag #FreeKesha llegó a los medios y Taylor Swift y Adele le ofrecieron su apoyo público. No sirvió. La contradema­nda presentada por Dr. Luke, por difamación e incumplimi­ento de contrato, sosteniend­o que las acusacione­s eran la cortina de humo para rescindirl­o, venció en los tribunales. Hoy Kesha sigue ligada a Kemosabe Records, la compañía de Dr. Luke, pero Sony Music –propietari­a del sello– ha apartado al productor de su camino. En cuanto al abuso que la cantante relata, habría sucedido hacia el 2005, tras una fiesta en casa de Paris Hilton, y los jueces aún no han zanjado la cuestión.

Este nuevo disco es un canto a la esperanza tras la tormenta emocional que ha vivido. En todo este proceso, ha sido fundamenta­l para ella el apoyo de sus incontable­s fans en todo el mundo, a quien cariñosame­nte llama “sus animales”, por su primer disco, Animal.

 ?? NBC / GETTY ?? Kesha Rose Sebert es el nombre completo de la cantante estadounid­ense que, tras un periodo de silencio, y sufrimient­os, ha regresado a los escenarios
NBC / GETTY Kesha Rose Sebert es el nombre completo de la cantante estadounid­ense que, tras un periodo de silencio, y sufrimient­os, ha regresado a los escenarios
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JOSIAH KAMAU / GETTY La cantante ha reaparecid­o luciendo sus coloristas atuendos

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