La Vanguardia

Mensajes de puño y letra en la era de Twitter

Miles de barcelones­es hacen cola para dejar claro que la ciudad no desfallece­rá ante la barbarie

- LUIS BENVENUTY DAVID GUERRERO Barcelona

Los versos de Miguel Hernández sobresalen entre las condolenci­as de Barcelona, entre las hojas del libro dispuesto para que la gente exprese su dolor, su rabia, su solidarida­d... “Tinta imborrable, savia y sangre amarga; / malicia antecedent­e, / que la carne morena torna torna...”. La página de un libro arrancada, la letra de aquella canción de John Lennon, el dibujo de un niño de dos años que juega con el contorno de los dedos de su mano. “Hemos sufrido un golpe muy duro. Los responsabl­es quieren que sintamos odio –escribió la alcaldesa Ada Colau–. Pero no lo conseguirá­n”. “La ciudad donde he nacido, la ciudad que me ha visvencia to crecer –puso Janira cuando llegó su turno– Barcelona querida, juntas saldremos adelante y nos haremos fuertes”. “Gracias a todas las personas que han ayudado”, agregó una persona de firma ininteligi­ble. Se trata de una catarsis colectiva, de una manera diferente de consolar a quienes no conoces, de otro modo de reunir fuerzas para no sucumbir a la tentación de encerrarse en casa...

Personalid­ades muy conocidas, ciudadanos anónimos, más de 10.500 personas han acudido estos días al Ayuntamien­to de Barcelona y han aguantado esperas de hasta dos horas para dejar unas palabras en unos volúmenes de unas 25 hojas. Uno puede leer textos en urdu, árabe, hebreo, inglés, francés, portugués... Algunos regalan largas reflexione­s sobre la convi- y a otros les bastan un par de palabras rodeadas por un corazón. Algunos llegan tan emocionado­s que necesitan el antebrazo de una azafata del Ayuntamien­to. Algunos necesitan sentarse y llorar unas lágrimas antes de regresar a sus vidas. Empezaron el sábado por la mañana y ya se han rellenado más de medio centenar. La cola avanza a un ritmo de más de 3.000 personas por día. En algunos momentos se llega a disponer hasta una veintena de volúmenes a fin de agilizar las esperas. Nadie se queja. A veces la gente rompe en espontáneo­s aplausos, a veces incluso se abraza. Reina la empatía que tantas veces se echa de menos en la vida cotidiana de la gran ciudad. Están estampando su paso hasta la

unidad montada de la Guardia Urbana, representa­ntes del gremio de pintores de Barcelona, la directiva del Racing de Vallbona...

Hasta en la era de Twitter, Facebook e Instagram la gente necesita compartir su aliento, el de verdad, el caliente, no el virtual que se esconde en la nube... De repente a la gente no le importa que sus palabras no vayan a sumar ningún me gusta, que sus palabras vayan a perderse en un mar de palabras anónimas. Tampoco faltan algunos idiotas que no pudieron reprimirse y escribiero­n una ofensiva tontería. No podía ser de otro modo. Porque todo esto es una catarsis colectiva de la tragedia, no un masaje del propio ego. Las palabras No tenemos miedo se repiten en cada página. “Barcelona es poderosa, Barcelona tiene poder”, es otro de los lemas.

Además, muchos barcelones­es que estos días de agosto están fuera de la ciudad están recurriend­o a la versión digital del libro de condolenci­as que ofrece la página web del Consistori­o. Fueron precisamen­te ellos quienes pidieron al Ayuntamien­to que habilitara algún modo de dejar unas palabras desde muy lejos de casa. En este caso tampoco existe la posibilida­d de acumular me gusta. Aquí también manda el anhelo de sumar, de formar parte de algo muy colectivo, de algo que va mucho más allá que la mera suma de individuos. Uno va, teclea lo que dicta el corazón, pulsa return... No tenemos miedo, apuntan fuentes municipale­s, son también aquí las palabras más repetidas.

“También estamos recibiendo muchos mensajes de personas de otros países que dicen que no tenían previsto visitar Barcelona –añaden desde el Ayuntamien­to– pero que lo hará en cuanto puedan porque desde estos momentos viajar hasta esta ciudad es una muestra de conciencia social”. De las 13.329 condolenci­as enviadas hasta ayer a las dos de la tarde, unas 1.300 proceden de hasta 130 países, sobre todo de ciudades que sufrieron atentados similares al del pasado jueves.

Ayuntamien­to digitaliza­rá cada una de las páginas de los libros de condolenci­as y, junto los mensajes que están llegando en su versión digital, las colgará en un portal abierto a todo el mundo. Será un documento sin precedente­s. Los funcionari­os responsabl­es del protocolo municipal no recuerdan nada igual. En el 2004, tras los atentados del 11-M, el entonces alcalde Joan Clos llevó a Madrid alrededor de 6.000 firmas de barcelones­es que querían expresar su solidarida­d.

En los últimos años el libro de condolenci­as se abrió a la ciudadanía tras el fallecimie­nto de alguna personalid­ad, caso del rumbero Peret, el escritor Terenci Moix o el policía municipal asesinado por ETA en el año 2000 Juan Miguel Gervilla. En los archivos municipale­s de protocolo no consta que se realizara nada de semejantes caracterís­ticas después del atentado de Hipercor. Ahora los funcionari­os están pensando qué hacer con la pajarita de papel que dejaron junto a uno de los libros. Se trata de una grulla de origami. Dicen que si confeccion­as un millar se te concede un deseo. Hace mucho tiempo, Sadako Sasaki, una niña de Hiroshima, lo intentó en el hospital, pero la leucemia que trajo aquella radiación nuclear no se lo permitió. Desde entonces miles de niños tratan que se cumpla su último deseo: un mundo en paz.

EMPATÍA CIUDADANA El respetuoso silencio de las largas colas sólo es roto por aplausos espontáneo­s AL ALCANCE DE TODOS El Ayuntamien­to digitaliza­rá todos los escritos y los colgará en una página web

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Un vecino arrancó una hoja de un libro para compartir su pesar
ANA JIMÉNEZ Un vecino arrancó una hoja de un libro para compartir su pesar
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Palabras y pinturas. La pequeña Laia estampó un dibujo en el libro de condolenci­as dispuesto en el Saló de Cent, donde se casaron sus padres
ANA JIMÉNEZ Palabras y pinturas. La pequeña Laia estampó un dibujo en el libro de condolenci­as dispuesto en el Saló de Cent, donde se casaron sus padres
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Declaració­n de amor a Barcelona. El “No tinc por” y las frases de fuerza y estima a la ciudad son los lemas más utilizadas por los vecinos
ANA JIMÉNEZ Declaració­n de amor a Barcelona. El “No tinc por” y las frases de fuerza y estima a la ciudad son los lemas más utilizadas por los vecinos

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