Una ley a la espera
Govern, Ayuntamiento y partidos rechazan el veto de la CUP al Rey y Rajoy
El proyecto de ley del Referéndum quedará aparcado todavía una semana más.
La unidad de los demócratas contra el terrorismo es innegociable. Bajo esta premisa, todas las administraciones y la mayoría partidos, que tras los atentados de Barcelona y Cambrils tratan de transmitir una imagen de cierta unidad pese a la tensión latente por el proceso independentista, hicieron ayer un llamamiento a participar en la marcha que el próximo sábado, bajo el lema “No tinc por”, recorrerá el centro de la capital catalana en recuerdo de las víctimas y contra el terrorismo.
Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona, convocantes de la manifestación, han querido ceder todo el protagonismo a los Mossos, Guardia Urbana y el resto de servicios de seguridad y emergencia, además de taxistas, comerciantes y diferentes colectivos que socorrieron a las víctimas y afectados, para que estén el sábado en la cabecera. Una manera de restar carga política a la que debe ser una expresión unánime contra el terror y la barbarie. “Lo importante es que la gente sean los protagonistas”, señalaron.
Esta unidad de instituciones y partidos contrasta con la posición del aliado parlamentario de JxSí, la CUP. Los antisistema han anunciado que no se sumarán a la manifestación si participan el Rey, a quien acusan de “financiar el terrorismo pérsico (sic)” y de ser “culpable del atentado”, o algún representante del Gobierno central.
La presencia del Monarca el sábado en Barcelona parece poco probable, Zarzuela no se ha pronunciado al respecto, pero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra Dolors Montserrat y otros miembros del Ejecutivo central sí tienen pensando asistir. También se sumará el presidente de València, Ximo Puig; la presidenta Andaluza, Susana Díaz, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Una de las réplicas más duras a la CUP vino del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el que es el tercer choque este verano del PDECat con sus aliados, tras los actos de protesta contra el turismo y la petición de que el conseller Santi Vila sea destituido tras el 1-O. “Su posicionamiento es muy lamentable porque en la marcha no hay derecho de admisión”, afirmó.
El president defendió en una entrevista en La Sexta que en la manifestación del sábado “todo el mundo que quiera pueda estar”, por lo que hizo un llamamiento a la CUP para que se “replantee” su posición.
Precisamente ayer empezaron a abrirse grietas en el seno de los antisistema. Poble Lliure, organización integrada en la CUP, se desmarcó del veto pero no de sus acusaciones contra don Felipe. En un comunicado de su portavoz, Guillem Fuster, defendió la participación porque es la presencia del Rey “no puede privar a los catalanes de expresar su dolor y solidaridad hacia las víctimas”.
A la espera de que la CUP acabe de aclarar su postura, los llamamientos a la unidad se sucedieron. El vicepresiden del Govern, Oriol Junqueras, subrayó la importancia de que la manifestación participe “cuanto más gente mejor”, ya que es “bueno que nos sintamos acompañados por otros y que nos ayudemos”, añadió.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hizo un llamamiento a la participación desde su cuenta de Facebook y destacó que el grito espontáneo que brotó entre los asistentes al minutos de silencio en palza Catalunya, ese “no tinc por” que encabezará la marcha del sábado, es un “antídoto a la rabia y la impotencia que todos sentíamos al pensar en las vidas arrebatadas de la forma más cruel y aleatoria”.
El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, se mostró crítico con la CUP y con cualquier intento de politizar el atentado por, avisó, “le hace un flaco favor a la democracia”. Millo elogió la “gran reacción cívica” de la sociedad catalana y el alto nivel de coordinación y eficacia de los cuerpos policiales.
No politizar la marcha contra el terrorismo fue, asimismo, el llamamiento que hizo la líder de Ciutadans y la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, quien deseó que en la jornada sabatina “no haya ningún tipo de discrepancias políticas y podamos estar todos juntos bajo el mismo lema”.
Mientras, el primer secretario del Partit del Socialistes (PSC), Miquel Iceta, anunció su presencia y calificó de “barbaridad” los argumentos expuestos por la CUP. Y el presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, pidió que la manifestación “represente la pluralidad política y social de Catalunya”. Rajoy y otros miembros del Ejecutivo estarán presentes en Barcelona Puigdemont califica de “lamentable” la postura de la CUP con la manifestación