Un grupo armado libio detiene las pateras antes de que se hagan a la mar
Un desconocido grupo armado libio, posiblemente dirigido por un jefe mafioso, está deteniendo la partida de migrantes desde Libia, impidiendo que las pateras zarpen de las playas de Sabrata, al oeste de Trípoli, según diversas fuentes consultadas por la agencia Reuters. Esto habría conducido a un descenso de las partidas en el mes de julio.
Sabrata se encuentra a 70 kilómetros de Trípoli y ha sido por largo tiempo un punto importante del tráfico de personas. Ahora, y según un activista de la sociedad civil local consultado por Reuters, “varios policías, militares y civiles” están llevando a cabo una “campaña muy fuerte” que fue lanzada por “un ex jefe de la mafia”. Según otra fuente local, este grupo –que un tercer informador identificó con el nombre de Brigada 48– dirige una prisión en la que han encerrado a cientos de migrantes. Esta cárcel se la habrían arrebatado a un grupo de traficantes. La agencia europea de control de fronteras, Frontex, comunicó la semana pasada que el descenso de partidas en julio se debería a la actuación de la guardia costera libia, a las condiciones meteorológicas y a “choques en Sabrata”. Las fuentes locales no confirmaron este extremo.
Un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Roma, Flavio Di Giacomo, dijo que varios migrantes afirmaron a su llegada a Sicilia que en Sabrata “las embarcaciones son detenidas y, si se hacen a la mar, las obligan a regresar de inmediato”.
Hay que recordar que, en el 2015, un grupo de voluntarios enmascarados conocido como Black Mask acabó erradicando a los traficantes de la cercana Zuara, después de casi dos años de campaña contra las actividades criminales en la localidad. Esto convirtió Sabrata en el centro principal del tráfico, en el que llegó a participar el Estado Islámico. El tráfico de personas volvió a Zuara, sin embargo, tiempo después.
Según Chris Catrambone, que dirige la oenegé de rescate marítimo MOAS, se están detectando partidas de lanchas neumáticas en Al Joms, al este de Trípoli, un punto menos habitual hasta ahora. Una de las fuentes consultadas por Reuters señaló que el grupo de Sabrata estaría buscando legitimidad y dinero, por lo menos del Gobierno de Acuerdo Nacional. Un funcionario del Ministerio del Interior en Trípoli rehusó hacer comentarios.
Es sabido que este gobierno, reconocido internacionalmente, no ejerce prácticamente control alguno al oeste de Trípoli, un territorio en el que traficantes y guardia costera han estado colaborando en el tráfico de personas y en el de combustible y motores para las pateras, según diversos testimonios.