El Ésdansa confía en la sensibilidad del conseller con la cultura tradicional
Romper esquemas y despojar de tópicos un baile tan tradicional como una jota de la mano del bailarín zaragozano Miguel Ángel Berna u ofrecer una nueva versión del popular ball de bastons con artes circenses son algunas de las innovadoras propuestas de esta nueva edición del festival Ésdansa que situará hasta el próximo 27 de agosto Les Preses (Garrotxa) en epicentro de la cultura tradicional y popular. Siguiendo la estela del año pasado, la creación y la innovación serán los dos ejes sobre los que pivotará este año el certamen, que incluye por primera vez un espacio para la experimentación. Durante una semana directores de grupos de danza tradicional y otros artistas como el bailarín, coreógrafo y director Cesc Gelabert, intentarán reversionar el popular Baile de las Cintas, la francesa Bulangera o el baile por parejas que se hizo muy popular en la Catalunya del siglo XIX, el Ball Pla. El objetivo de este laboratorio es ofrecer “herramientas para poner al día la danza de raíz tradicional”, según el director del Ésdansa, Jordi Fosas. Gelabert actuará también en su espectáculo Solos, que por primera vez lo trasladará a un escenario al aire libre.
Un total de 15 propuestas, seis internacionales, configuran un cartel que tiene como cultura invitada a la azteca. La compañía México Vivo ofrecerá en la zona del Clot de l’Infern, en pleno parque natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa, los bailes que sus ancestros dirigían a los dioses para pedir una buena cosecha. Destaca también la actuación del grupo iraní Leymer, que acercará al público a las músicas folklóricas del país, la compañía Balkaria, que dará a conocer las tradiciones populares de esta república del norte del Cáucaso, el ballet nicaragüense Tepenahuatl, que ofrecerá un repertorio polcas, valses o mazurcas importadas de los inmigrantes franceses, alemanes o ingleses, pero también danzas del pacífico que explican los ritos sagrados de la Nicaragua precolombina y bailes étnicos de origen africano. Un grupo de Guinea Bissau y otro de Bielorrusia completan el cartel internacional.
El festival Ésdansa cuenta con un presupuesto de unos 200.000 euros, un 5% más que en la pasada edición, que registró el récord de público con más de 10.000 personas. El director del certamen confía en que la sensibilidad del nuevo conseller de Cultura, Lluís Puig, que fue director general de Cultura Popular, contribuirá a hacer más visible esta disciplina artística. “Más que dinero, lo que esperamos es que se vea la cultura de raíz tradicional como un elemento más de las artes escénicas de este país”, destacó Fosas. La continuidad del certamen, cuya primera edición se celebró en el año 1983, está garantizada, según aseguró Fosas. El director de los Serveis Territorials de Cultura en Girona, Francesc Ten, incidió en esa idea al considerar el festival “muy importante” para el territorio, del que destacó su repercusión nacional e internacional. “Es puerta de entrada de distintas culturas al sur de Europa”, subrayó Ten.
El director de banca de instituciones de CaixaBank en Girona, Carles Juanola, destacó el atractivo del Ésdansa para la economía del municipio de Les Preses, que sextuplica su población durante los días del certamen.