Dembélé espera en Mónaco
El francés se instala allí a la espera de que el Dortmund y el Barça se entiendan
La relación entre el FC Barcelona y Ousmane Dembélé arranca hace un año y medio. Robert Fernández, secretario técnico azulgrana, apuntó desde entonces el nombre del joven delantero en lugar preferente de su agenda para reforzar la delantera pero el francés, el pasado verano y pese a la insistencia del club azulgrana, rechazó la oferta alegando ganas de progresar, un deseo que con el tridente ejerciendo de tapón veía prácticamente imposible. “No os preocupéis, vendré pero más adelante”, prometió Dembélé.
Pasada una temporada, el extremo ha progresado tanto que su valor casi se ha multiplicado por diez. Donde el Dortmund pagó 15 millones al Rennes ahora pide 130 al FC Barcelona. Dembélé, consumada la marcha de Neymar al PSG, vio hueco y se hizo el encontradizo, el Barça actuó en consecuencia y el francés, para precipitar los acontecimientos, se declaró en rebeldía, se ausentó de los entrenamientos y desapareció. La reacción del Borussia es sabida: sancionó al futbolista sin jugar y utilizó la necesidad del Barça y su repentina riqueza (222 millones de golpe) para sacarle las muelas. En estos momentos las negociaciones están en su recta final: el fijo alcanzado por el Barça es de 100 millones, habrá que ver hasta dónde llega ofreciendo variables y qué tipo de variables son, si de fácil cumplimiento o no. Dembélé sigue acontecimientos instalado en Mónaco junto a algunos amigos, sin intención alguna de regresar a Dortmund y esperando que la negociación se desencalle para poner rumbo a Barcelona. En el club alemán se ha criticado mucho la actitud del extremo, reprimenda merecida pero que pierde credibilidad si se recuerda que el jugador es reincidente: hace una temporada fue el Dortmund el equipo beneficiado del plantón de Dembélé, y el Rennes, la entidad damnificada. Visto lo visto, el Barça debería incluir una
A POR TRES La llegada de Seri se da por hecha, mientras el Liverpool resiste por Coutinho y no le pone ni precio
¿MISIÓN IMPOSIBLE? El Barça aspira a hacer caja con André Gomes, Arda Turan y Munir, entre otros, pero queda poco tiempo
cláusula sancionadora en el futuro contrato del francés, si consigue finalmente hacerse con sus servicios.
En paralelo a las negociaciones con el Borussia, ejecutivos y directivos del Barça mantienen otros flancos abiertos para reforzar el primer equipo. Disponen de apenas 11 días, los que quedan hasta el 1 de septiembre. El centrocampista Jean Michael Seri podría caer incluso antes que Dembélé. Aunque no abundan en Francia, el marfileño de 26 años logró incluir en su contrato una cláusula liberatoria de 40 millones de euros, que es la cifra que acabará pagando el Barça al Niza. Seri era el plan B por si Verrati, como acabó sucediendo, se esfumaba, pero el fichaje de Paulinho pareció borrarle entre los futuribles. El lamentable papel del Barça en la Supercopa hizo resucitar su nombre por arte de magia y ahora todos los ejecutivos y directivos del Barça proclaman al unísono que les encanta Seri, como si todos fueran especialistas en fútbol internacional.
Mientras tanto, el Liverpool se resiste si quiera a poner precio al brasileño Coutinho, que sigue en rebeldía pero en versión light, simulando una lesión de espalda para no jugar. ¿Y si el Barça al final los fichara a todos? Sumando Dembélé, Seri y Coutinho a Semedo, Paulinho y Deulofeu la broma saldría por 300 millones o más. “Habrá ventas”, responden desde el club. ¿Hay ofertas por André Gomes, Arda Turan, Denis Suárez, Munir y Rafinha? “Sí”. ¿Alguien se quiere ir? De momento, no. Y tanto para entrar como para salir, quedan 11 días. Desafío mal llevado y monumental.