Fomento supedita una subida salarial en Aena a la global del empleo público
Los trabajadores de Eulen en El Prat amenazan con otra huelga después del laudo
Los aeropuertos siguen pendientes de la resolución de un conflicto que podría dificultar su actividad en el último trimestre del año. CC.OO., UGT y USO anunciaron la semana pasada 25 jornadas de huelga entre el 15 de septiembre y el 30 de diciembre en Aena y Enaire si no se suben los salarios y se contrata nuevo personal. El Ministerio de Fomento, responsable de ambas empresas, dice estar dispuesto a negociar estas reclamaciones, pero las condiciona a las que se acuerden para el conjunto del empleo público, ámbito que depende directamente de Hacienda. Los sindicatos confían en que el asunto se desencalle en la reunión prevista para el martes de la semana que viene con el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, en la que esperan que participen representantes del departamento que dirige el ministro Cristóbal Montoro. Si no hay avances significativos, advierten, convocarán los paros inmediatamente.
Altos cargos de Aena y Enaire, entre los que estaban el presidente y consejero delegado de la primera compañía, José Manuel Vargas, y el director general de la segunda, Ángel Luis Arias, se reunieron ayer con dirigentes de CC.OO., UGT y USO para tratar de hallar una salida al conflicto y evitar las huelgas. En un comunicado, ambas empresas precisaron que “comparten el planteamiento de base de los sindicatos en cuanto al incremento de plantilla y salarios”. Pero insistieron en que el asunto no depende de ellas, por lo que ya han expresado a Hacienda “la conveniencia de incrementar las plantillas por encima de la tasa de reposición, con el objeto de dotar al gestor aeroportuario y al de navegación aérea del capital humano adecuado para atender los retos de los próximos años”. También, añadieron, se ha indicado al citado ministerio que deben aplicarse “incrementos salariales acordes con los buenos resultados que se están obteniendo gracias al crecimiento del tráfico y a la excelente gestión”. Por último, recordaron que “se autofinancian con sus propios ingresos, no dependen de los presupuestos generales del Estados, de manera que una decisión en la línea comentada no supondría un menoscabo para las cuentas públicas”.
También ayer, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, supeditó las mejoras salariales que puedan acordarse en Aena y Enaire a las que se fijen en la mesa dependiente de Hacienda. “No puede haber diferenciación, la negociación que se tenga en este campo tiene que estar vinculada a la que se lleve a cabo en el ámbito global de los empleados públicos –manifestó– y, por tanto, deberán ser discutidas en la Mesa de Función Pública”.
Los sindicatos insisten en que la situación no tiene vuelta atrás. Si no hay un acuerdo, habrá huelga. Raúl Gómez, portavoz de UGT en Aena, recordó que los empleados, debido a las congelaciones salariales, han
EN MANOS DE HACIENDA El gestor aeroportuario y Enaire avalan las peticiones sindicales y las remiten al ministerio MÁS TENSIÓN EN BARCELONA Los empleados de los controles de seguridad exigen que se anulen despidos y sanciones
pedido un 8% de poder adquisitivo desde el 2010 y un 2,8% desde que el gestor aeroportuario salió de los números rojos, enel 2013. Por ello, reclaman una paga lineal ligada a beneficios que suponga un aumento de sueldos superior al 1%. “Tiene todo el sentido cuando se están regalando 350 millones cada año a las compañías aéreas con la reducción de tasas”. A esto se suman los buenos resultados –461 millones de euros de beneficio neto en el primer semestre– y una rentabilidad en bolsa, del entorno del 30% en el último año. En la negociación también figura la incorporación de 700 empleados (450 en Aena y 250 en Enaire) para responder a las nuevas necesidades derivadas del aumento del tráfico. La plantilla actual es de 8.637 trabajadores (6.954 en la primera y 1.683 en la segunda), que en gran parte desempeñan funciones operativas clave para el funcionamiento de los aeropuertos.
En paralelo a este conflicto, sigue vivo el de los trabajadores de Eulen en los controles de seguridad de El Prat, que ayer amenazaron con convocar una nueva huelga en contra de los despidos y sanciones derivadas del contencioso. Una asamblea decidirá, previsiblemente a finales de semana, qué acciones se llevan cabo si la empresa no rectifica, informaron fuentes del comité de huelga. El paro indefinido iniciado el lunes de la semana pasada sigue en suspenso tras los atentados de Barcelona y Cambrils. Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social (CES), nombrado árbitro ayer, los ha convocado mañana para conocer sus posiciones cara a la redacción del laudo de obligado cumplimiento. Las nuevas movilizaciones no se verían afectadas por su resolución, según los trabajadores en huelga, que, no obstante, rechazan este arbitraje, que prevén recurrir ante los tribunales.