Barcelona blindará sus lugares más visitados
Los expertos decidirán dónde poner bolardos antiterroristas y qué calles hay que peatonalizar La medida afectará a los accesos a la Rambla, Park Güell, Sagrada Família y a los grandes conciertos Los Mossos y la Guardia Urbana tendrán una mayor presencia
Un grupo de expertos en seguridad estudiará los entornos de los rincones más visitados de Barcelona y determinará sus reformas, concluirá si acaso es necesario peatonalizar calles, instalar escalones y badenes, plantar bolardos y grandes maceteros de hormigón... Para que lo vivido estos últimos días no vuelva a suceder. Todo ello supondrá la transformación de los alrededores de lugares tan singulares como la Rambla, el Park Güell, la plaza Catalunya, la Sagrada Família... Además, un nuevo protocolo establecerá qué medidas de precaución han de tomarse durante la celebración de acontecimientos multitudinarios. Todo será mucho más estricto. Las New Jersey, esas grandes barreras de hormigón transportables, serán muy cotidianas en los accesos a los grandes conciertos. Además, aumentará el número de agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana en las calles.
La alcaldesa Ada Colau, el conseller de Interior, Joaquim Forn, y el delegado del Gobierno, Enric Millo, aseguraron ayer en una rueda de prensa conjunta, una vez terminaron la reunión de la Junta Local de Seguridad de Barcelona, que los criterios técnicos servirán para configurar el plan antiterrorista de la capital catalana, que las decisiones que tomen los políticos vendrán de- terminadas por el parecer de los expertos. En el encuentro también participaron representantes de Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana, Policía Nacional, Guardia Civil, Protección Civil, bomberos, emergencias médicas, sociales... Una de las prioridades de los técnicos será establecer un plan de actuaciones en el entorno del templo de la Sagrada Família. No será sencillo. El
MEDIDAS ESPECÍFICAS... Los técnicos replantearán las condiciones de los grandes conciertos ...Y OTRAS PERMANENTES Los expertos también analizarán los accesos del Park Güell, la Sagrada Família...
monumento más visitado de España está flanqueado por algunas de las calles con más tráfico del Eixample. El conseller Forn anunció que muy pronto los técnicos se pondrán en contacto con el patronato del templo. “Tenemos que armonizar el paso de vecinos y de visitantes y la seguridad”, subrayó Forn. Tampoco será fácil establecer medidas preventivas en la Rambla, en el paseo de los cien millones de visitas cada año. La alcaldesa Ada Colau reconoció que los resultados del concurso internacional de ideas para la transformación de la Rambla, concurso cuya licitación en principio se conocerá en breve, tendrán que amoldarse a los nuevos preceptos. “Todo dependerá de los técnicos –apostilló Forn–. No descartamos nada”.
Además, la policía autonómica aumentará en un diez por ciento el número de agentes destinados a la seguridad ciudadana en las calles de Barcelona, y en un veinte por ciento el de los encargados de velar por el orden público. Entre las prioridades de estos agentes también esta-
rán el aeropuerto, la red de transporte público, las principales estaciones ferroviarias... Las identificaciones y los registros serán mucho más habituales. La Guardia Urbana también hará un esfuerzo a fin de reforzar su presencia en el espacio público: las horas extraordinarias se incrementarán en un diez por ciento, y en la medida de lo posible los agentes patrullarán en grupos de tres en lugar de en parejas. Tanto la policía autonómica como la municipal dispondrá de un nuevo centro de control y coordinación y gestión de emergencias que se instalará en el antiguo Palau d’Esports de la calle Lleida. Otro de los objetivos que se están marcando las administraciones es que las cámaras de videovigilancia de la ciudad ofrezcan imágenes mucho más nítidas. En cualquier caso todas estas medidas no comportarán que se eleve el nivel de alarma antiterrorista, que en estos momentos se encuentra en el 4. Si las autoridades consideraran que un nuevo atentado es inminente elevarían la alarma al nivel 5. Entonces el ejército redoblaría su protagonismo. El martes los principales representantes de la industria turística solicitaron al Ayuntamiento que incremente la seguridad de la ciudad, a ser posible sin elevar el nivel de alarma, con el objetivo de continuar ofreciendo al mundo una imagen de normalidad.
Ni Colau ni Forn ni Millo entraron en más detalles sobre este plan en pro de la seguridad, no especificaron ni su coste ni sus plazos. Los tres dirigentes se esforzaron en ofrecer una imagen de unidad, en dar a entender que las polémicas suscitadas estos días sobre a quién competía instalar bolardos, maceteros o New Jersey están superadas, y que a partir de ahora todas las decisiones se tomarán de un modo consensuado por las tres administraciones. Se avalaron los unos a los otros y felicitaron a todos los cuerpos de seguridad y emergencias. “Las administraciones estamos más unidas que nunca”, dijo Colau. El gobierno municipal subrayó de nuevo que el Ayuntamiento instaló obstáculos al tráfico cuando se lo requirió, y en las condiciones en las que lo hizo, el Ministerio del Interior. “No hay discrepancias –dijo Forn–. El blindaje de la Rambla sólo hubiera trasladado el atentado a otros lugares tan o más concurridos. Tal como estaba planteado estos obstáculos no hubieran garantizado nada”. Y Millo también destacó la “cooperación permanente, constante y fluida desde el minuto cero”. Millo incluso desautorizó al alcalde del PP de Alcorcón que insiste en responsabilizar a Colau de lo ocurrido por no haber instalado bolardos en la Rambla.
EL REFUERZO Los policías municipales patrullarán en grupos de al menos 3 agentes