La aviación saudí bombardea un hotel en Yemen y causa al menos 35 muertos
La coalición árabe reanuda sus ataques aéreos a Saná, suspendidos en junio
Un pequeño hotel de carretera en los alrededores de Saná, que acogía sobre todo a recolectores de qat –el suave narcótico ampliamente consumido en Yemen– fue alcanzado ayer por un bombardeo aéreo de la coalición que encabeza Arabia Saudí contra los rebeldes hutíes y sus aliados. El hotel, en la localidad de Arhab, a veinte kilómetros al norte de la capital yemení, está cerca de un control de carretera de los hutíes, una estación de televisión de este grupo y una enfermería.
Al menos 35 personas murieron en el ataque, casi todas ellas civiles, según la Media Luna Roja de Saná, que envió seis ambulancias. Su responsable, Husein al Tauil, dijo a France Presse que habían retirado 35 cuerpos y evacuado a trece heridos. Sin embargo, la gobernación de Saná –en manos de los hutíes– dijo que había 45 “mártires”. Otra versión, procedente asimismo de las autoridades de Saná y recogida por The New York Times, habla de 71 muertos y heridos en al menos tres ataques aéreos alrededor de la capital.
Arabia Saudí había suspendido los bombardeos sobre Saná en junio, después de múltiples denuncias y críticas por la gran mortandad que han causado en la población civil en dos años de campaña militar, como la muerte de 24 personas en un mercado ese mismo mes. Sin embargo, ayer reemprendió los ataques sin mayores explicaciones.
Un portavoz de la coalición saudí, el coronel Turki al Maliki, dijo ayer a la agencia Reuters que se estaba reuniendo información sobre el bombardeo de Arhab. Yehia Husein, trabajadora de los servicios de emergencias, afirmó que en el hotel atacado por “los agresores saudíesamericanos” se hospedaban unas cien personas. La planta superior del edificio de cemento, de dos pisos, se desplomó entera. El bombardeo se efectuó a las tres de la madrugada, por lo que los huéspedes se encontraban durmiendo.
Hospitales, escuelas, fábricas de alimentos, depósitos de agua potable, mercados... han sido blanco de los bombardeos en estos dos años, lo que ha incrementado las denuncias de organizaciones de derechos humanos a Gran Bretaña y Estados Unidos por el apoyo que prestan a Arabia Saudí, no sólo en armamento sino incluso con la participación de sus militares en la sala de operaciones militares saudí.
En la guerra yemení se cuentan más de 8.000 muertos y cerca de 50.000 heridos, tres millones de desplazados, 21 millones de personas necesitadas de ayuda y 9 millones en situación de urgencia. A finales de junio se contabilizaban 167.000 casos de cólera, con 1.146 fallecimientos. El plan de respuesta humanitario evaluado por la ONU necesita dos millardos de euros para salvar la vida de 12 millones de personas.
Los bombardeos de ayer se producen en el marco de una creciente disputa en Saná entre los dos grupos aliados contra los que combaten los saudíes y sus socios árabes y occidentales: los rebeldes hutíes y el expresidente Ali Abdulah Saleh. La suya era una alianza de conveniencia, y al parecer los hutíes acusan ahora a Saleh de intentar negociar por su cuenta con Arabia Saudí. Saleh preparaba un mitin con sus seguidores en Saná hoy jueves pero los hutíes le pidieron que lo suspenda o se arriesga a un baño de sangre.
La guerra yemení implica a estos actores y al también expresidente Abdu Rabo Mansur Hadi, que tiene el apoyo saudí. La guerra comenzó a partir de la frustrada revuelta del 2011, de la que sacaron partido los hutíes, los dos expresidentes, Al Qaeda y el Estado Islámico. Para Arabia Saudí, se trata de un conflicto en su patio trasero en el que utiliza como argumento el hecho de que los hutíes son chiíes y reciben ayuda de Irán y el Hizbulah libanés, aunque según analistas diversos, ese apoyo es limitado.
Hospitales, escuelas, mercados y fábricas de alimentos han sido bombardeados en los dos últimos años