Inmobiliario estudiantil
The Lofttown abre una residencia en Gràcia y proyecta dos más en el Paral·lel y Collblanc
Ser estudiante pero vivir como en un hotel. Este es el concepto que decidió a Daniel Ferrer y Santiago de Cruilles de Peratallada a crear The Lofttown, una marca de residencias de alto standig para estudiantes que acaba de abrir su primer establecimiento en Gràcia. Ferrer, que era project
manager de una constructora antes de la crisis, como consejero delegado y Cruilles como presidente lanzaron originalmente Minerva Student Housing, una firma que compró el proyecto de una residencia de estudiantes en la calle Sèneca de Gràcia y ha invertido 7 millones de euro en ponerlo en marcha. “La abrimos el 22 de julio, y ya tenemos estudiantes, sobre todo extranjeros que vienen a cursos de verano”, explica Ferrer.
El grupo crea una sociedad para cada proyecto, a la que incorpora inversores diversos, desde promotores inmobiliarios a profesionales de diversos ámbitos. Así, ha creado Collblanc Student Housing, que promueve una residencia en l’Hospitalet que prevé abrir en julio del 2019 con una inversión de 11 millones de euros, y Premium Student Housing, que promueve otra en el Paral·lel en la que preveía invertir 14 millones de euros y que se ha visto paralizada por la moratoria hotelera del Ayuntamiento de Ada Colau. “Estábamos negociando los detalles del proyecto con el Ayuntamiento cuando decidieron suspender las licencias en diez solares de equipamientos y uno era el nuestro”, reconoce.
Como residencia estudiantil, explica Ferrer, The Lofttown no realiza actividad hotelera. “Este verano sólo hemos aceptado estancias de más de 31 días, pero buscamos una aclaración de las autoridades para poder hacerlo, porque hay cursos, sobre todo en verano para extranjeros, que duran menos. A todo les pedimos la copia de la matrícula, es un requisito imprescindible”. La residencia tiene ya convenios con diversas universidades y escuelas de negocios de Barcelona.
La firma ha querido diferenciarse con un equipamiento de lujo: servicio de habitaciones, lavandería, gimnasio, solárium, salas de recreo con videojuegos, de conferencias, y de coworking con monitores panorámicos o impresoras 3D. Y también dando especial énfasis a la sostenibilidad. Así, por ejemplo, no habrá agua embotellada sino osmotizada y servirá comida ecológica, encargada a la firma EcoaTaula, que cederá los excedentes a la ONG Nutrición sin Fronteras, para darlos a comedores sociales de la ciudad.
El grupo busca seguir creciendo, pero ahora con proyectos fuera de Barcelona. “Quisiéramos tener seis residencias operando en cuatro años” –señala Ferrer–, aunque el frenazo del Paral·lel seguramente lo retrasará.
La firma, que agrupa inversores para comprar solares y abrir residencias, ha invertido 7 millones