Lee Jae Yong
Condenado el heredero de Samsung a cinco años de cárcel por corrupción
HEREDERO DEL GRUPO SAMSUNG
La justicia de Corea del Sur ha castigado a Lee con cinco años de prisión por su implicación en el mayor escándalo de corrupción que ha vivido el país, la condena más dura que ha recibido un alto empresario surcoreano hasta el momento.
La justicia de Corea del Sur infligió ayer un duro golpe a los grandes magnates del país. Envió cinco años a la cárcel al heredero del grupo Samsung –el mayor conglomerado industrial del país–, Lee Jae Yong, por su implicación en el mayor escándalo de corrupción que ha vivido este país asiático y que le ha costado el cargo a la ex presidenta del país, Park Geun Hye, también procesada por este mismo caso. Se trata de la sentencia más dura dictada contra un alto empresario de Corea del Sur y se interpreta como un respaldo a la política del nuevo líder del país, el presidente Mun Jae In, que ha prometido hacer tabla rasa de las relaciones de corrupción profundamente arraigadas entre los poderes político y económico surcoreanos.
El Tribunal del Distrito Central de Seúl castigó a Lee Jae Yong, de 49 años, con cinco años de cárcel tras considerarlo culpable de soborno y malversación, entre otros delitos, según la agencia surcoreana Yonhap. Una pena menor que los doce años que solicitaban los fiscales, pero que constituye la condena más dura jamás impuesta a ningún empresario de uno de los grandes conglomerados industriales del país. Y es que en el pasado muchos empresarios eran castigados con penas leves, en reconocimiento a los servicios prestados a la economía del país.
En su veredicto, el tribunal consideró probado que el heredero y líder de facto de Samsung entregó enormes cantidades de dinero a la expresidenta Park para obtener el favor del Gobierno en una operación de fusión de dos fiChoi liales de su grupo. Un plan que tenía como fin último aumentar su control sobre su imperio industrial, que representa el 20% de la economía de Corea del Sur.
Según la sentencia, Lee estuvo involucrado en la donación por parte de Samsung de 7.200 millones de wons (5,4 millones de euros) para financiar la formación ecuestre en Alemania de la hija de Choi Sun Sil, la confidente y amiga íntima de la expresidenta Park y cerebro de toda la trama de corrupción que desencadenó la destitución de la ex mandataria surcoreana a finales del 2016.
se habría servido de la amistad de Park para presionar a 53 grandes empresas surcoreanas para que donaran 77.400 millones de wones (más de 61 millones de euros) a dos fundaciones que estaban bajo su control.
En prisión preventiva desde el mes de febrero, Lee también fue declarado culpable de malversar 6.400 millones más de wons (4,8 millones de euros), ocultar activos en el extranjero y cometer perjurio por haber dado versiones distintas en sus diferentes comparecencias judiciales.
El caso, que ayer también incluyó penas de cuatro años de cárcel para otros dos directivos de Samsung, está lejos sin embargo de cerrarse. En el banquillo de los acusados esperan su turno para ser juzgados otros altos empresarios y la propia ex presidenta Park Geun Hye, cuyo proceso se inició el pasado mes de mayo, en esta misma sala del tribunal de Seúl. Una pieza que se ha hecho famosa con el paso de los años.
Y es que esta misma sala 417, ya vio pasar en su día al padre de Lee Jae Yong, Lee Kun Hee, el hombre que transformó la empresa en el actual conglomerado internacional. Víctima de una crisis cardiaca en el 2014, que le mantiene
Se trata de la pena más grave aplicada jamás a un gran empresario del país Se le considera culpable de soborno, malversación y ocultación de activos
alejado de la dirección de la empresa, el padre de Lee Jae Yong también fue declarado culpable de corrupción en 1996 y doce años después, en el 2008, en esta misma sala, volvió a ser condenado por los delitos de corrupción y de evasión de capitales. Sin embargo, logró evitar la cárcel, un destino que parece que su hijo no podrá esquivar, a pesar de que sus abogados anunciaron que recurrirán la sentencia.
El patriarca de la familia Lee, y fundador de la firma Samsung en 1938, Lee Byung Chui, el abuelo del actual vicepresidente del grupo, fue otro de los miembros de la familia que en su día también logró esquivar la cárcel. Casi treinta años después de fundar la empresa, Lee Byung Chui también se vio envuelto en problemas con la justicia. Concretamente en el año 1966 se vio implicado en una vasta operación de contrabando de fertilizantes, en la que sólo pudo evitar verse inculpado tras pactar con el Gobierno la nacionalización de su empresa de producción de fertilizantes.
Tras la sentencia contra Lee Jae Yong, muchos analistas surcoreanos sostenían ayer que el veredicto contra el heredero de Samsung puede significar un antes y un después en las relaciones entre el poder económico y el Gobierno del país. Un diálogo que marcarán las próximas sentencias contra otros empresarios, así como el fallo contra la ex presidenta Park Geun Hye, que se espera que sea ejemplar. Así lo sugiere el veredicto emitido ayer contra Lee, que subraya el protagonismo de la ex mandataria y señala que tanto el líder de Samsung como los restantes acusados sólo se limitaron a aceptar las demandas de la expresidenta, en lugar de pedir favores y entregar sobornos de forma proactiva.
En cualquier caso, el fallo contra Lee supone un importante apoyo para el nuevo presidente, Mun Jae In, que tras asumir su cargo prometió acabar con la corrupción y las endémicas y poco claras relaciones entre los grupos empresariales y el Gobierno. Ahora ya tiene argumentos para actuar.
El fallo contra Lee apunta a un veredicto ejemplar contra la expresidenta Park