El Síndic investigará los narcopisos del Raval
El defensor del ciudadano abre pesquisas ante el creciente tráfico de drogas, quejas vecinales y ocupaciones
El Síndic anunció ayer que abre una investigación en torno a la proliferación de narcopisos en el barrio del Raval y las crecientes quejas ciudadanas que están originando. El incremento de la venta de drogas desde pisos ocupados está desencadenando un fuerte movimiento vecinal de rechazo. Se trata principalmente de menudeo de heroína y todo lo que ello comporta: peleas, inseguridad ciudadana, discusiones de madrugada, jeringuillas abandonadas, consumo de estupefacientes en la vía pública... Además, las ocupaciones que llevan a cabo a los traficantes de drogas ya no tienen como objetivo principalmente pisos de entidades financieras y fondos de inversiones que prestan muy poca atención a sus propiedades. Ahora también se fijan en viviendas de particulares. Todo ello alimenta aún más el descontento vecinal.
La institución dirigida por Rafael Ribó está muy interesada en conocer el grado de colaboración entre el Ayuntamiento y los Mossos d’Esquadra. A principios de verano el gobierno de la alcaldesa Ada Colau puso en marcha un plan de choque, tratando de localizar a los propietarios de los narcopisos a fin de que denunciaran las ocupaciones, mejorando la limpieza y la iluminación de las calles, incrementando la presencia de la Guardia Urbana y de asistentes sociales... Pero en las últimas semanas el gobierno de Colau trató de subrayar que tanto la usurpación de viviendas como la venta de estupefacientes son competencias de la Generalitat. El Síndic también pide al Ayuntamiento información sobre aquellos pisos de propiedad municipal que podrían estar funcionado como puntos de distribución de drogas. El Síndic quiere conocer todas las acciones emprendidas al respecto por el Consistorio.
En algunas de las calles del Raval más afectadas por este problema, como son Riereta y d’En Roig, muchos vecinos llevan más de un mes y medio montando caceroladas a modo de protesta prácticamente a diario. La gente únicamente dejó de llevar a cabo estas caceroladas durante estos días de duelo colectivo que vive Barcelona. De todas formas, este movimiento vecinal tiene previsto celebrar una gran manifestación el próximo 9 de septiembre. Las policías autonómica y municipales están intensificando su cerco sobre los narcopisos, pero muchos vecinos denuncian que tras los desmantelamientos los narcos trasladan rápidamente sus actividades a otras fincas, que el problema no hace otra cosa que enquistarse.
Ribó quiere saber qué hace el Ayuntamiento con los pisos municipales donde se venden estupefacientes