Bol roza el liderato otra vez
El esloveno Mohoric vence en solitario en Cuenca y Froome mantiene el maillot rojo
El esloveno Matej Mohoric (UAE), de 22 años, hizo una demostración de fuerza e inteligencia para obtener una excelente victoria en la séptima etapa de la Vuelta disputada entre Llíria y Cuenca, con un recorrido de 207 kilómetros –la más larga de esta edición–, en la que el británico Chris Froome conservó el jersey rojo de líder y el holandés Jetse Bol, por segunda vez, fue líder virtual pero no pudo alcanzar el primer puesto, aunque ahora es séptimo en la general. Ganó el más listo, un joven esloveno, hijo de dos profesores, que sacó provecho de la escapada del día en la que obtuvo la victoria más importante de su incipiente carrera profesional. El campeón del mundo juvenil 2012 y sub’23 en el 2013 con sólo 18 años, sorprendió al grupo de catorce escapados con un ataque en la subida al Alto del Castillo, entre los monumentos de la capital conquense. Allí arrancó, se le unieron tres rivales y volvió a atacar en el descenso. Insistió hasta quedarse solo, ya hasta la meta. Levantó los brazos en la ciudad patrimonio de la humanidad, con tiempo para celebrar su gran victoria. Aventajó en 16 segundos al polaco Pawel Poljanski (Bora), a José Joaquín Rojas (Movistar) y al belga Thomas de Gendt (Lotto Soudal). Después de su tercer puesto, Rojas manifestó que “tengo buenas sensaciones y voy a seguir intentándolo, pero nos hemos encontrando un rival muy fuerte. Ha sido una pena no poder ganar esta etapa, pero cuando un rival te gana porque ha sido mejor hay que darle la enhorabuena”.
Mientras la juventud tomaba Cuenca, los favoritos aún rodaban a más de 8 minutos, sin ataques en la subida, en un día de tregua y buenas intenciones, ya que las fuerzas harán falta los próximos días ante la llegada de más montaña, empezando por la etapa de hoy que se disputa entre Hellín, en Albacete, y el Xorret de Catí, con 199,5 kilómetros y un final muy selectivo. “Es increíble. Hacía mucho tiempo desde mi última gran victoria. Siempre he trabajado duro y he dado lo mejor de mí. Es una gran sensación volver a ganar. Ya estuve en la escapada del otro día, en la quinta etapa, cuando ganó Lutsenko. Aquel día me sentía muy bien, aunque la etapa no se adaptaba a mis condiciones, hice cuarto. Entonces supe que estaba en gran forma y ahora lo he logrado”, explicó el vencedor. “El equipo quería que volviera a la escapada. He tratado de guardar el máximo de energía posible, y finalmente lo he dado todo en el último tramo. Era un buen final para mí porque soy bastante bueno en los descensos. Sabía que tenía una oportunidad de ganar y la he podido aprovechar”, concluyó Mohoric.
Para los favoritos, en cambio, fue una jornada de transición, aunque también es verdad que 207 kilómetros desgastan mucho. Froome fue a lo suyo, mantuvo el liderato y conservó la renta de 11 segundos sobre el colombiano Esteban Chaves (Orica) y 13 respecto al irlandés Nicolas Roche (BMC). “Creo que todo el mundo estaba bastante cansado de ayer. Si alguien hubiera querido disputar la victoria podría haber tirado todo el día, así que creo que todo el mundo estaba conforme con que tirásemos nosotros”, comentó el líder del Sky, que califica de decisivas las dos próximas etapas con final en Xorret de Catí y Cumbres del Sol.
Por su parte, Alberto Contador dijo que “había que estar atentos en la ascensión del castillo, pero había visto este mismo final en el 2006 y está lejos de meta para intentar llegar. La Vuelta es una carrera muy dura. Mi objetivo es ir día a día y en función de cómo se desarrolle la etapa decidiré. Las próximas etapas son interesantes si las piernas responden”.