LA COLONIA MÁS NUMEROSA
En la ex colonia, esta concentración dominical de filipinas se ha hecho famosa porque concentra al mayor grupo de empleadas de hogar, con cerca de 194.000 mujeres, pero no es la única. Las indonesias, que suman 156.500 asalariadas, la mayoría de ellas musulmanas, también se reúnen para compartir su jornada festiva. Se juntan, sin embargo, en otra parte de la ciudad. Lo hacen en el parque Victoria, un lugar conocido por acoger manifestaciones prodemocráticas. Allí, en este oasis de calma y tranquilidad situado al nordeste de la metrópolis, las indonesias disfrutan de su asueto semanal. Gozan y se divierten igual que sus colegas filipinas, pero de forma más pausada, acorde con su temperamento. Se juntan para comer y charlar, celebran concursos de belleza entre risas y chanzas, o aprenden bailes típicos de su país, ataviadas con trajes representativos locales. También las hay tailandesas, birmanas, malasias y vietnamitas, pero forman colectivos más pequeños y discretos. Todas coinciden, sin embargo, en aprovechar el domingo para reivindicarse. Para ser ellas mismas y compartir alegrías y penas por tener a sus hijos a miles de kilómetros, mientras crían a los retoños de otras familias. Una realidad diaria que sueñan con romper algún día y volver a su país, algo que hacen cada uno o dos años, según la generosidad de su empleador, normalmente más comprensivo si es occidental. Se trata, en definitiva, de veladas que también forman parte del paisaje de Hong Kong y le dan un barniz más humano.