Detenidos dos milicianos españoles contra el EI
Los dos voluntarios están arrestados en el Kurdistán iraquí
El triángulo fronterizo entre Irak, Siria y Turquía es una de las áreas más peligrosas de la Tierra. Es allí donde, en una provincia kurda, han sido detenidos dos milicianos españoles que luchan como voluntarios contra los terroristas del Estado Islámico (EI). Parecen haberse quedado enredados en una maraña de disputas e intereses dentro del bando kurdo, que parece que no actúa al unísono en bloque.
Robin y Dr. Delil, que son los nombres de guerra de los dos españoles detenidos que se encuentran en una ubicación desconocida, luchan con una milicia kurda que defiende, entre otros posibles objetivos del terror yihadista, a la minoría yazidí, que profesa una antigua religión preislámica. Los seguidores del Estado Islámico ven a los seguidores de este credo como adoradores del diablo.
Según un tercer miliciano que opera en la zona y que hace llamarse Simón en las redes sociales, el arresto de sus dos compañeros al parecer se produjo el pasado 26 de agosto en un momento en que los dos voluntarios trataban de regresar junto a sus compañeros de armas, en la zona de Sinyar (Irak), tras haber pasado unos días en España. Uno de ellos lo hizo para recuperarse de unas serias heridas de combate. Fue durante esos desplazamientos internos cuando supuestamente fueron interceptados por efectivos del ejército peshmerga que depende del actual gobierno autonómico del Kurdistán.
La milicia en que combaten los ahora detenidos y en la que lo hacen quienes los arrestaron están enfrentadas, pese a tener ambas origen kurdo. El grupo de los dos detenidos, la Unidad de Protección de Sinyar (YBS), considera que el gobierno kurdo de facto de Masud Barzani no hace los suficiente por la minoría yazidí y que contemporiza en exceso con las autoridades turcas. Los turcos consideran que el YBS es la rama siria del PKK, declarado organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y, por supuesto, Turquía.
Lo que ha conseguido el arresto de los dos voluntarios españoles hasta ahora, con independencia de cuál sea su situación personal en estos momentos, es impedir que los dos milicianos alcancen las posiciones de las unidades de sus compañeros de filas del YBS, principalmente compuestas por yazidíes, en la comarca de Sinyar. Estas compañías están compuestas por milicianos muy acostumbrados a cruzar en ambos sentidos la frontera entre Irak y Siria.
No existe todavía confirmación oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional sobre el asunto, aunque otras fuentes sobre el terreno confirman la detención de manera inequívoca e incluso hablan de la intervención ya de algún representante consular para interesarse por ellos.
España dispone de embajada en Bagdad, la capital iraquí. Se cree que los dos milicianos pueden permanecer bajo custodia en algún lugar de la comarca de Zajo, probablemente en la localidad de Dohuk.
Simón, el miliciano que desde la zona kurda está haciendo campaña para la liberación de sus compañeros y para lo que exige una protesta formal de la Administración española, afirma que nada sabe de sus colegas desde el pasado sábado.
El caso de voluntarios españoles que han decidido viajar a zonas de conflicto para luchar sobre el terreno contra los terroristas del Estado Islámico viene produciéndose con diferente intensidad desde el 2014, año de la expansión de esta organización yihadista. Muchos de ellos optaron por integrarse en estructuras kurdas y son exmilitares o militares que se encuentran en excedencia. Sus motivaciones son de diferente naturaleza, desde el puro idealismo a la defensa de la cristiandad.
De hecho, según diferentes informaciones, permanecen en la misma zona a la que se dirigían los detenidos otras cuatro personas con pasaporte español actuando como combatientes.
Los combatientes fueron interceptados cuando iban a reunirse con su unidad tras haber viajado a España