Cambio cromos por bici
Con todos los equipos? ¡Con todos los equipos! ¿Con todas las estrellas? ¡Con todas las estrellas!... Un señor (padre) supermotivado y su hijo de anuncio igualmente excitado repiten al menos desde principios de agosto este diálogo televisivo para presentar el álbum de la Liga más bluf de toda la historia. ¡Con Neymar en la portada! La colección de cromos podía haber fracasado incluso antes de que nadie tuviera tiempo a bajar al quiosco a comprar el primer paquete, pero como “el fútbol es así” los auténticos forofos no se echan atrás con nimiedades como esta y han salvado a Panini de una ruina anunciada.
Cuentan que la traición de Neymar hizo que la empresa se planteara hacer una nueva edición a prisa y corriendo para corregir el tremendo error y supongo que, de paso, añadir algunos de los fichajes del mercado que se cierra (por fin) esta tarde. Pero que tras mucho meditarlo, los capitostes de este mundo de coleccionables desistieron del parche porque ni así solucionaban el descomunal problema. Resulta que el ahora jugador del Paris Saint-Germain no sólo sonríe junto a Isco Alarcón en las portadas del álbum sino que también recuerda su paso por el Barça desde cada uno de los millones de sobres que Panini pretende vender a lo largo de toda la temporada.
Y fíjense por dónde que el rompecabezas sorprendente con que se ha encontrado este verano la empresa de los cromitos ha sido para mí una liberación. Y un ahorro inesperado. Cada vez que el diálogo despunta entre los spots televisivos, mis hijos (que desecharon el álbum porque dicen que así no vale) se desternillan
Con lo que me ahorro gracias a Neymar y la subvención del AMB me podría salir gratis apuntarme a la moda eléctrica
de risa y yo hago mis propias cuentas. A una media de cuatro o cinco sobres por semana (y son dos niños) y a 0,70 el paquete, la broma me cuesta como mínimo 291,20 euros al año. Algunos pensarán que no es ninguna fortuna y más si lo comparan con la promoción del cuerpo humano con que National Geographic propone el “divertido” montaje de un esqueleto completo de 1,10 m de altura. El asunto nos tuvo entretenidos en casa más de un año, hasta el día que calculé que había invertido 500 euros, que todavía ¡faltaban 30 entregas! y que el señor calavero en cuestión no podía ni siquiera mantenerse en pie...
Este septiembre todo va a ser distinto. Estoy por poner a la venta el esqueleto inacabado en Wallapop, sumarle los 291 que me ahorro gracias a Neymar y acogerme a la subvención de 250 euros que concede el Área Metropolitana de Barcelona a quienes se compren su primera bicicleta eléctrica. Si todo cuadra, apuntarme a la moda de la movilidad más ecológica podría salirme casi gratis...