Salvador Sunyer
GESTOR CULTURAL
El director del festival Temporada Alta puede presumir, este año, de un programa repleto de calidad, con fuerte presencia de producciones internacionales, que sitúa a Girona en el mapa de grandes citas escénicas.
Temporada Alta levantará el próximo 11 de octubre el telón de su vigésima sexta edición. No es un telón cualquiera. Es el del Festival Internacional de Tardor de Catalunya que reunirá a más de 500 artistas en un total de 97 espectáculos y 22 escenarios distintos en Girona, Salt y otras poblaciones. Pero más allá de las cifras, lo que caracteriza a este oasis teatral del sur de Europa –y este año no será una excepción– son los nombres de primera magnitud, tanto catalanes como internacionales, que lucirán en este firmamento de las artes escénicas a través de diferentes propuestas.Un goteo constante de grandes figuras, que el director del festival, Salvador Sunyer, describió ayer como una
auténtica “lluvia de estrellas”.
Declan Donnellan, el director británico fundador de la compañía Cheek by Jowl, vuelve a Girona para presentar su versión rusa de Noche de Reyes (Dvenadtsataia Noch)
de William Shakespeare. El montaje, que abrirá el festival, hace más de diez años que da vueltas por escenarios internacionales. Representada sólo por actores masculinos, es una oda al amor y a la confusión sexual.
Donnellan es un nombre más entre los 25 que forman parte del menú internacional, donde también aparece el italiano Romeo Castelluci, voz única del teatro europeo. Con su Ethica. Natura e origine della
mente propone una performance inspirada por los cinco libros de la
Ética de Spinoza que invita al público a repensar el ritual escénico desde una perspectiva sorprendentemente radical. Y hay más. En Golem la compañía inglesa 1927 coge el viejo mito del hombre de barro para ofrecer en este espectáculo, dirigi- do por Suzanne Andrade, una fábula visual sobre un mundo distópico. O también el director Oskaras Korsunovas, embajador del teatro lituano, que visitará Temporada Alta por sexta vez y presentará Pamiselis, la obra de Nikolái Gógol que explica el perverso mecanismo que convierte a un hombre corriente en un dictador.
Algunos temas que subirán al escenario son los refugiados, la ética periodística, el narcotráfico o la memoria histórica, que permitirán convertir el festival en un espacio donde tomar el pulso a la sociedad del momento y en el que también tienen cosas que decir los autores
El festival ofrece en esta edición un total de 97 montajes, 65 de los cuales son de autoría catalana
catalanes. El certamen apuesta claramente por el talento local con artistas y dramaturgos de renombre como Àlex Rigola, Pau Miró, Julio Manrique, Cristina Genebat, Pep Tosar, Jordi Casanovas o Ramon Madaula.
Hasta 65 propuestas hay este año de autoría catalana, incluyendo por supuesto las voces emergentes. La joven directora Alícia Gorina presentará Blasted con Pere Arquillué, en la que una joven se reencuentra con su amante en una habitación de hotel y soportará sus abusos hasta el límite. “El año pasado lo teníamos todo listo para representarlo en una habitación de hotel, pero Gorina nos dijo que si esperábamos un año podríamos hacer la representación con el Teatre Nacional y decidimos posponerlo”, recordó Sunyer. También destaca Cyrano, una de las principales coproducciones de Temporada Alta. Tras triunfar con la adaptación de Terra Baixa de Pau Miró, el actor Lluís Homar se meterá en la piel del narizudo más famoso de la historia del teatro: Cyrano de Bergerac. Una vez estrenado en Girona, el espectáculo hará temporada en el teatro Borràs de Barcelona. Por otra parte, Vània dirigida por Àlex Rigola y coproducida por Temporada Alta y Teatros del Canal de Madrid o The Mountain, the
Truth and the Paradise, de la compañía Mal Pelo en colaboración con el Théâtre de la Ville de París y el Archipel de Perpiñán completan, entre otras, las producciones y coproducciones en las que colabora el festival (en total, 26).
En un certamen de esta envergadura, donde Girona y Salt ostentan la capitalidad escénica de Catalunya y Europa, no falta un ingrediente como la danza. Esta edición (que finalizará el 10 de diciembre) contará con una propuesta que hacía años que se quería traer. Se trata de Out
of context. Espectáculo del coreógrafo Alain Platel en recuerdo de la bailarina Pina Bausch.
En el apartado de música, destacan Jorge Drexler, que ha escogido el festival para empezar su gira internacional de Salvavidas de hielo, la voz femenina de Mali Omou Sangaré, Diego el Cigala o Sílvia Pérez Cruz, entre otros. En cine, asimismo, se presentarán nuevas propuestas como un documental sobre los 25 años de Temporada Alta y en circo se representará Saloon del Cirque Éloize.
De las 147 funciones totales programadas este año, 26 son estrenos absolutos, 12 en Catalunya y 11 en el resto de España. Un arduo trabajo que no pasó por alto a Sunyer, que calificó la presente edición como “la más difícil de hacer” por las relaciones con las administraciones que ralentizan procesos y añaden incertidumbre a la hora de programar. También reclamó “una reflexión a cinco o seis años vista” de lo que quiere ser Temporada Alta y la cultura en Girona y Catalunya. Además, puso sobre la mesa (ya lo hizo en la presentación del 2005) la petición de un nuevo teatro para representar grandes obras contemporáneas y anunció que como novedad se abrirá el festival a los institutos.
Temporada Alta pondrá a la venta el próximo viernes 47.478 entradas, más baratas por la reducción del IVA en espectáculos en directo. El presupuesto del festival asciende a 2.939.357 euros, una cifra menor que el año pasado ya que no cuenta con la aportación del Ministerio de Cultura. La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, advirtió que no se trata de una “decisión política” sino que tiene que ver con la titularidad privada del festival, ya que ahora solo los organismos públicos pueden solicitar esa ayuda. Una aclaración que vino precedida por el anuncio de que Girona y Salt prevén reabrir el centro de creación contemporánea El Canal de Salt a finales del año que viene, con una gestión indirecta.
El director del certamen, Salvador Sunyer, vuelve a poner sobre la mesa la petición de un nuevo teatro