Kenia deberá volver a las urnas tras confirmarse el fraude electoral
El Tribunal Supremo declara nula la victoria de Kenyatta del 8 de agosto
Por primera vez en la historia de África, un tribunal ha anulado el resultado de unas elecciones. El Tribunal Supremo de Kenia invalidó ayer la victoria del presidente saliente, Uhuru Kenyatta, en las elecciones del pasado 8 de agosto por diez puntos más que su rival, Raila Odinga (54% a 44% de los votos).
Entonces el líder de la oposición se negó a reconocer la derrota y volvió a dejar a Kenia conteniendo el aliento ante el temor de otra oleada de la violencia entre las diferentes etnias del país. Los días siguientes de las elecciones de hace tres semanas ya se cobraron una treintena víctimas e hicieron revivir los peores fantasmas del 2007, cuando las acusaciones de fraude electoral de la oposición derivaron en matanzas de carácter étnico entre kikuyu, luo y kalenji. Dejaron la friolera de 1.200 muertos, cientos de violaciones y 600.000 desplazados.
Ayer, el Supremo quiso deshacer el entuerto y ordenó que se repitan las elecciones en el plazo de 60 días dado que la Comisión Electoral cometió “irregularidades” que “afectaron a la integridad del proceso”. El fallo fue adoptado por cuatro votos a favor y dos en contra. Con esta decisión se termina el proceso judicial iniciado tras las elecciones por el partido de Odinga, que defiende que los servidores de la Comisión Electoral sufrieron un ataque informático que introdujo un algoritmo que generó una ventaja constante de unos 11 puntos a favor de Kenyatta. En el asalto se habría utilizado la identidad del jefe de telecomunicaciones de la Comisión Electoral, asesinado diez días antes de los comicios. Desde el primer momento, Odinga tachó de farsa unas presidenciales que han costado más de 400 millones de dólares a las arcas de un país donde el 46% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
En un mensaje televisado, el presidente Uhuru Kenyatta, de 55 años e hijo del primer presidente de Kenia, primero acató el veredicto judicial y llamó a la paz, pero luego criticó al Supremo –a cuyos miembros llamó estafadores– por querer pasar por encima de la voluntad del pueblo.
En el barrio chabolista de Kibera, en Nairobi, uno de los principales bastiones de la oposición, miles de seguidores de Odinga lucían carteles con su cara y ramas para celebrarlo. “Por primera vez obtenemos justicia. Nos han robado las elecciones durante demasiado tiempo. Baba –el apodo de Odinga– ha obtenido justicia”, dijo a Afp Lynette Akello, una vendedora de pescado en el oeste del país. Es la cuarta vez que el líder del partido NASA –de 72 años– se presenta a las elecciones y la tercera que recurre los resultados.
Odinga celebró la anulación judicial en un día “histórico para el pueblo de Kenia” y anunció que trabajará para procesar a los responsables del fraude. “Ha quedado claro que la Comisión Electoral al completo está corrompida. Las claras evidencias muestran cómo ha sido tomada por criminales, y deben enfrentarse a un proceso criminal”, dijo sin especificar ningún nombre. “Estamos preparados pero no podemos repetir las elecciones con esta Comisión”, insistió.
El Supremo, sin embargo, no culpó de la situación ni a Kenyatta ni a su partido, sino que se limitó a declarar que las presidenciales no se celebraron “de acuerdo con la Constitución y la ley aplicable, declarando los resultados inválidos, nulos y vacíos”, declaró el presidente del tribunal, David Maraga.
La decisión de la corte puede ayudar a renovar las esperanzas democráticas de África, donde muchos ven al sistema judicial como un mero brazo del poder. “Es una decisión monumental y sin precedentes, muy remarcable y valiente que será observada alrededor del continente”, dijo a Reuters Comfort Ero, el director para África del
think tank Crisis Group.
El presidente primero pidió paz, pero luego acusó a los jueces “estafadores” de pasar por encima del pueblo