La Vanguardia

Unidad en torno a Piqué

Los posibles pitos al central en Madrid preocupan ante una cita que vale un Mundial

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

Cualquier equipo hubiese firmado jugarse el Mundial en un partido en casa y en uno de sus estadios fetiche. Es lo que le sucede hoy a España, que puede asegurarse prácticame­nte su presencia en Rusia por la vía rápida, sin repesca. Si gana abrirá un cojín de tres puntos con nueve por disputarse. Sería la undécima participac­ión consecutiv­a en la Copa del Mundo. Todo parecería a pedir de boca si no fuese porque el rival en el Santiago Bernabeu es Italia, colíder del grupo.

No ha habido mejor báscula del fútbol español que la bota del Mediterrán­eo. La azzurra siempre ha delimitado el auténtico nivel de la

roja. Cuando España ha volado alto, un triunfo sobre los trasalpino­s ha servido de trampolín. Cuando el vuelo era raso, Italia ha sido el techo. Pasó con el gol de Vialli en 1988 y con el 2-1 de Baggio en Estados Unidos. Y la historia se repitió el 27 de junio del 2016 en París cuando Italia dio un portazo a la mejor generación española y a Del Bosque. Entre medio, en la racha dorada de las dos Eurocopas y un Mundial, España les eliminó en Viena en el 2008 y en la Confederac­iones del 2013 y les apabulló con el 4-0 en la final del 2012 en Kíev.

Países de similar temperamen­to, rivales, impulsivos y latinos, ahora se juegan un billete para Rusia. Pero por una vez el duelo de estilos habitual no se puede reducir al ataque contra defensa ni el rondo frente al catenaccio. Porque España busca unidad ambiental –la gran virtud de los trasalpino­s– y Italia necesita ganar, atacar y goles –el punto fuerte de los españoles–.

La roja tiene un ramillete ofensivo aumentado por el gran momento de Isco, el ascenso de Asensio y el retorno del veterano Villa, pero sobre todo mira a su central Piqué, por temor a que el Bernabeu le pite. “La gente tiene que entender que es un partido trascenden­tal. Nos tienen que transmitir apoyo y fuerza”, pide unión Iniesta. “Hay que

SIN DEFENSA DE CINCO El invicto Lopetegui presume de estilo y de ser predecible mientras Chiellini es baja de última hora

apoyar a todos los componente­s”, tercia el ministro Méndez de Vigo.

En Italia, el cerebro Verratti debe asistir a dos goleadores en racha como Immobile (Lazio) y Belotti (Torino). Eso sí, todo apunta a que la selección no se encontrará esa defensa de 5 que tantos dolores de cabeza le causa. Una lesión de última hora en el gemelo derecho dejó en Italia a Chiellini, uno de los tres centrales de Buffon. Un alivio para una España que no piensa cambiar su estilo. “Somos bastante predecible­s en el juego y además queremos serlo porque confiamos en nuestras virtudes”, se reafirma Lopetegui, que está invicto.

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PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP Gerard Piqué, anoche en el Santiago Bernabeu

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