La Vanguardia

UN BARRIO PARA UN CINEASTA

-

Ventura Pons recibe en los bajos de un edificio señorial de la Dreta de l’Eixample. Allí se pone unas gafas de sol para protegerse de un problema ocular. Como aquel personaje de Woody Allen en Un final made in Hollywood que hace cine viendo borroso. Pero Pons ve y observa. Es más, se fija. Se enciende un cigarrillo, dice que no se traga el humo sino que lo hace por su sabor. O por coquetería. Su zona de trabajo impresiona. Premios de todos los festivales y carteles de sus treinta películas; treinta y una porque ya tiene otra en el horno. Como Allen, estrena con periodicid­ad anual. Pero él no es de Nueva York sino catalán. 72 años y se ve con fuerzas para seguir hasta los 106 de Manoel de Oliveira. Tropezó con su bici, pero ya se ha recuperado. Coge el metro, pero no lo necesita demasiado porque en la Dreta de l’Eixample lo tiene todo. Su casa, su oficina e incluso su plató. Sabates grosses se rodó allí, en plena trama Cerdà. Habla por los codos. Del 17-A, del 1-O pero sobre todo del 1-S. El día del estreno de su trigésimo film. Preu per preu, sabates grosses. Ande o no ande, caballo grande. Puestos a escoger, escoge hacer lo que le gusta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain