Quien no se siente rey es porque no quiere
La princesa Magdalena, considerada la más bella entre todas las mujeres de la realeza, acaba de anunciar a través de Facebook que está embarazada por tercera vez. En la forma de comunicar la buena nueva ha utilizado el mismo medio que
Mark Zuckerberg, que acaba de colgar las fotos de su segunda hija,
August, claro que el feliz papá se inventó esa red social y para él el mensaje es el medio y, además, el negocio. Magdalena sufrió lo suyo cuando su primer novio, Jonas
Bergström, se la pegó con otra y, además, noruega, a las pocas semanas de anunciar su compromiso matrimonial. Después se casó, por despecho o por aburrimiento, con el financiero Chris O’Neill, con quien se ha dedicado a tener hijos. 0’Neill tiene una curiosa historia, ya que su madre es Eva Marie Walter, una austriaca especializada en realizar buenas bodas, materia en la que aleccionó a todos sus hijos. Entre marido y marido (y ha tenido cuatro), la madre de
Chris O’Neill realizó una gran proeza al provocar los celos tanto de la malograda Diana de Gales como de Camila ParkerBowles, cuando el príncipe Carlos, a finales de los 80, ensayó una tercera vía.
Magdalena es una mujer moderna, aunque en su país, donde también tienen fama de modernos, se le exige que ya que va por el mundo con los privilegios de una princesa de Suecia les dedique su tiempo y ella no tiene mas remedio que viajar regularmente desde Londres, donde reside con su familia, a Estocolmo y poner la mejor de sus sonrisas mientras corta cintas inaugurales. Claro que para poner buena cara nadie mejor que la reina Margarita de Dinamarca, quien, a pesar de que su marido, el príncipe Enrique, ha anunciado que no quiere que le entierren junto a ella por no haberle hecho rey, le sigue perdonando todos sus delirios. Y él, que no se baja del burro, pisa fuerte y se calza con unos slippers (pantuflas de luxe) con su monograma que incluye su inicial y la corona real.
Juan Carlos de Borbón ya no lleva corona, pero es ahora cuando vive, y es tratado, como un rey. Alejado, y no siempre por voluntad propia, de la primera fila, ha encontrado en la infanta Elena la pareja ideal, aunque la proximidad con su hija mayor y sus nietos
Felipe y Victoria de Marichalar ponga en evidencia, por comparación, que no mantiene tanta cercanía con otros familiares.
Y ¿quién no quiere sentirse rey aunque sea un ratito? Alberto
Garzón, el líder de Izquierda Unida, se ha marcado una boda con chaqué que le ha criticado la misma derecha que rindió honores a
José María Aznar en el bodorrio de su hija Ana con Alejandro
Agag en El Escorial.
Alberto Garzón se casa con chaqué como si fuera un príncipe y Enrique de Dinamarca calza pantuflas como si fuera un plebeyo