El huracán ‘Irma’ siembra la destrucción en las islas del Caribe
Al menos dos muertos en los territorios franceses y Macron habla de “balance cruel”
Tras los pasos de Harvey, llega
Irma. El ojo del “potencialmente catastrófico” Irma, el huracán más fuerte registrado en el Atlántico según el estadounidense Centro Nacional de Huracanes, dejó ayer una senda de destrucción en varias islas del Caribe, donde derrumbó edificios y provocó graves inundaciones.
El Gobierno de Francia informó anoche de “al menos” dos muertos y dos heridos graves en las islas francesas de San Martín y San Bartolomé. El presidente Emmanuel Macron había advertido poco antes de que el balance del paso del ciclón “será duro y cruel”. “Es pronto para dar cifras, pero ya os puedo decir que tendremos que lamentar víctimas”, declaró con el rostro grave al salir de la célula de crisis activada en el Ministerio del Interior francés.
La isla de San Martín, situada a unos 250 kilómetros al este de Puerto Rico, dividida entre Francia y los Países Bajos, sufrió inundaciones que arrastraron todo tipo de objetos y hasta vehículos.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, señaló que los cuatro “edificios más sólidos de la isla” quedaron destruidos, lo que significaría que “las estructuras más rústicas probablemente han sido total o parcialmente destruidas”. La dificultad para establecer comunicación con las islas impide saber el alcance de los daños, advirtió Karel van Oosterom, embajadora holandesa ante la ONU. Algunas de las imágenes que fueron difundidas muestran automóviles arrastrados en calles completamente inundadas que parecen ríos en esta pequeña isla de unos 80.000 habitantes.
“Nunca había vivido algo parecido”, declaró el presidente del consejo territorial de San Martín, Daniel Gibbs. “Las paredes de algunos edificios llegaron a temblar”, explicó.
Las autoridades indicaron que los daños son generalizados, con techos arrancados por la fuerza
El ciclón debe llegar el domingo a Florida: se ha decretado la evacuación obligatoria en Key West
de los vientos y un corte del suministro eléctrico desde primeras horas de la mañana. El tejado de la prefectura (delegación del Gobierno), la estación de los bomberos, la Gendarmería y el hospital volaron por las ráfagas de aire.
El huracán, de categoría 5, la máxima, registró vientos de hasta 259 kilómetros por hora. El ojo del ciclón tiene unos 50 kilómetros de diámetro y avanzaba anoche por el Caribe. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, pidió a los habitantes que se quedaran en casa. “No es tiempo de estar en la calle”, declaró en una conferencia de prensa poco antes de que comenzará la tormenta.
Miles de personas han sido evacuadas en el Caribe. La gente ha acudido en tropel a las tiendas para aprovisionarse de comida, agua y medicamentos, ante lo que podrían ser varios días sin suministro eléctrico. El multimillonario Richard Branson aseguró que no tenía ninguna intención de salir de su isla privada (Necker Island), en las Islas Vírgenes británicas. “Nos encerraremos en la bodega de hormigón que hay debajo de la casa”, tuiteó.
Se espera que Irma llegue el sábado a Cuba y el domingo a Miami, en Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha declarado el estado de emergencia en Florida y se ha decretado una evacuación obligatoria en la zona de Key West. El reciente paso del huracán
Harvey en los estados de Texas y Luisiana causó 42 muertos y daños materiales de más de 100.000 millones de dólares. Una tercera tormenta tropical, José, se ha formado en el Atlántico detrás de Irma, y debía alcanzar anoche el nivel de huracán.