Rajoy recurre el “espectáculo bochornoso” que vivió el Parlament
El Ejecutivo apunta penalmente a Forcadell y otros miembros de la Mesa
El presidente se reúne con Sánchez y Rivera en la Moncloa para abordar la respuesta a los dirigentes catalanes
Paso a paso, siendo muy cuidadoso de cumplir la ley, el Gobierno de Mariano Rajoy optó ayer por ser rápido en la reacción al pleno del Parlament, pero no forzar la marcha hasta el punto de caer en lo mismo que achacan a los independentistas, forzar el procedimiento. Moderación en las formas y dureza en el discurso. La vicepresidenta del Gobierno compareció ante los medios de comunicación en el palacio de la Moncloa para informar de las actuaciones del Ejecutivo, y para denunciar el “abochornante espectáculo”, “la vergüenza democrática” que había sentido por lo que considera un “acto de fuerza propios de otras latitudes”, y actuaciones que “se acercan más a los regímenes dictatoriales que a los democráticos”. Es decir, “un atropello a los catalanes y a la democracia” y una “patada a la democracia, a los catalanes, ya la decencia política”.
Sáenz de Santamaría anunció las decisiones adoptadas tras una mañana de intensos contactos de Rajoy con Pedro Sánchez y Albert Rivera. El presidente –que estuvo en contacto permanente con el Rey durante toda la jornada– acordó reunirse hoy en la Moncloa a las 12.30 h con el líder socialista, y a las 17 h con el dirigente naranja, para abordar la respuesta a los pasos de los independentistas catalanes.
Tras una reunión de la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios, que deliberaron sobre las actuaciones que se tomarán contra el Govern cuando convoque el referéndum –además de preparar el recurso de inconstitucionalidad que aprobará mañana el Consejo de Ministros contra la ley del Codi Tributari–, el Gobierno se limitó ayer a recurrir los actos del Parlament. Lo hizo a través de un incidente de ejecución de sentencia, de los cuatros autos y sentencias del TC contra los pasos que se han dado en el proceso. En ese incidente se recurren todas las decisiones de ayer del Parlament que tienen relación con el referéndum: la tramitación por la Mesa del de la ley del Referéndum; el rechazo a las peticiones de reconsideración de la oposición, y la inclusión en el orden del día del debate de la ley del Referéndum. El incidente es aplicable “a todos los actos subsiguientes”, que incluye, por ejemplo, la publicación de la ley.
El texto que Rajoy ordenó interponer a la Abogacía del Estado, que no necesitó reunión del Consejo de Ministros, pide que se requiera a los tribunales para que inicien acciones penales contra los responsables de estos hechos. Cita, en concreto, a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y “a los miembros de la Mesa que han votado” la tramitación de esa ley, todos ellos apercibidos ya por el TC, que extiende a todo el que incumpla sus sentencias.
Eso, por lo que hace referencia a la actuación del Parlament y de su presidenta, de quien Santamaría dijo que “bajo su mandato, ha muerto la democracia”. El recurso concreto contra el contenido de la ley del Referéndum y la convocatoria de esta consulta se concretará hoy. Nada más aprobarse la ley en el Parlament, el presidente del Gobierno solicitó un informe al Consejo de Estado y, en cuanto lo remita, habrá Consejo de Ministros para aprobar el recurso. Momento en el que se pedirán medidas contra quienes firmen la convocatoria.
Prudencia pero dureza en las palabras de la vicepresidenta, coincidentes con las del secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, que expresó el “apoyo sin fisuras” de los socialistas al Gobierno “en la defensa del Estado de derecho”, con una denuncia del “comportamiento de la presidenta del Parlament, el Govern y los grupos que están participando en esta mascarada groseramente orquestada para que el Parlament apruebe a toda costa una ilegalidad”.
Si Santamaría habló de un “abochornante espectáculo”, Ábalos lo hizo de “un espectáculo lamentable”. Y si la vicepresidenta se refirió a las actitudes “propias de otras latitudes” y que “se acercan más a los regímenes dictatoriales que a los democráticos”, el número tres del PSOE habló de cosas “propias de otras situaciones, de otros regímenes, de otras latitudes con menos cultura democrática de este país”, para concluir que “la vulneración de la legalidad y las formas democráticas quitan toda legitimidad a las posiciones políticas”.