Sánchez advierte que no hay choque de trenes, sino retroceso democrático
Aunque aún queden flecos pendientes, el PSOE está en disposición de dar por superada ya la más grave crisis interna que ha sufrido casi en toda su historia. Ese es el paralelismo, respecto a la gravísima crisis territorial abierta en Catalunya, que ayer sobrevoló el acto que Pedro Sánchez protagonizó en Badajoz con el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que apostó por Susana Díaz en las primarias del PSOE. “Pasamos de que yo le pusiera mi cargo de secretario general de Extremadura a su disposición, a que él me propusiera al día siguiente que fuera presidente del consejo de política federal del PSOE”, reveló Vara ante Sánchez. “Porque entendíamos la necesidad de encontrar una solución compartida. Esto no se va a resolver con exabruptos”, argumentó el presidente extremeño, que reclamó “audacia” para buscar soluciones a un modelo territorial que “está agotado”. Y celebró así la propuesta de Sánchez de abrir una comisión en el Congreso para dialogar sobre Catalunya en busca de soluciones. El PSOE, señaló Vara, demuestra que “es perfectamente compatible estar en la defensa de la Constitución y de la ley con poner encima de la mesa posiciones de encuentro”.
Y Sánchez recogió el testigo para asegurar que esta semana en Catalunya “ha quedado claro que no ha habido un avance hacia el independentismo, sino un retroceso, y muy serio y muy grave, en la democracia de nuestro país”. Para el líder del PSOE, en el Parlament “no se produjo un choque de trenes, sino un atropello de las instituciones catalanas, del autogobierno y de la legalidad constitucional y también del Estatut de Catalunya”. Y es que, según subrayó, “el independentismo ha cometido un error histórico, y es considerar que cualquier idea está por encima de la democracia”.
“Y no es cierto –advirtió–. Cualquier idea puede ser legítima siempre dentro de la democracia, y pierde toda su razón y legitimidad cuando se trata de situar por encima de la legalidad democrática”. Y frente a las presiones del presidente de la Generalitat para que los alcaldes cedan espacios para “un acto que es claramente inconstitucional”, Sánchez aseguró que todo el PSOE está “muy orgulloso” de los alcaldes del PSC. “Con su dignidad, fortaleza democrática y convicciones, están abriendo un nuevo tiempo de esperanza para resolver la crisis política en Catalunya”, aseguró.
También el líder del PSC, Miquel Iceta, afirmó ayer que “las palabras irresponsables y temerarias” de Carles Puigdemont acabarán provocando “insultos y amenazas” ahora que los alcaldes socialistas rechazan colaborar en el 1-O.