QUÉ HACER
La alimentación es clave para facilitar la producción de vitamina D en el organismo con la radiación solar. Gran desconocida durante años para de la nutrición, hay algunas fuentes naturales
PESCADO AZUL. Las sardinas y los boquerones a la cabeza, pero también otros pescados azules, entre los grandes precursores de Vitamina D.
LECHE. Muchas de las leches se comercializan enriquecidas con vitamina D. Un vaso se calcula que proporciona cerca de cien unidades internacionales la vitamina D. Aunque no hay consenso sobre los niveles que se tienen que tener en el organismo, se considera que deberían de entrar unas 1.000 unidades diarias, entre 7.000 y 10.000 a la semana. Uno de los problemas, la intolerancia creciente a la lactosa. Los lácteos son una buena fuente de vitamina D.
SALMÓN. Una ración de 100 gramos de salmón rojo aporta cerca del 90% de ingesta diaria necesaria de vitamina D. Al ser muy rico en ácidos grasos omega 3, facilita la absorción de la vitamina D, que es liposoluble.
CEREALES. Buena fuente de vitamina D, ideales porque su consumo puede ser diario.
SOL. El tiempo de exposición necesario para sintetizar la dosis necesaria de vitamina D varía en función de la época del año. En julio, al mediodía, basta con siete minutos, pero en enero se necesitan 130 minutos, lo que explica el déficit generalizado. Influye también el tipo de piel y el uso de cremas solares.
SUPLEMENTOS. La comunidad médica apunta a la necesidad de suministrar suplementos a los pacientes con vitamina D para suplir la falta de exposición al sol, especialmente en invierno.
CALCIO. La vitamina D hace que mejore la absorción del calcio en la sangre y se fije en los huesos. Si no hay suficiente ingesta de calcio, el cuerpo secuestra calcio de los huesos para llevarlo a la sangre y provoca, por ejemplo, osteoporosis.