AJEDREZ
NEGRAS JUEGAN Y GANAN
Con el enroque negro débil, y el control de la casilla f5, las blancas se las prometían muy felices, en la partida Christiansen – Kovacevic (Novi Sad, 1990). Pero la siguiente jugada negra debió suponer un jarro de agua fría, pues puso de manifiesto que la evaluación de la posición es exactamente la contraria, enfrentando al blanco ante un problema insoluble, tanto es así que optó por abandonar.