La Vanguardia

“Estamos convencido­s de que la educación es la principal herramient­a para transforma­r la sociedad”

ENTREVISTA A ERIC JOVER, MINISTRO DE EDUCACIÓN Y ENSEÑANZA SUPERIOR

- JOAN PUJALS Andorra la Vella

El Principado de Andorra disfruta de una estructura educativa compleja y rica, con la particular­idad de que está formada por tres sistemas educativos: el andorrano, el español y el francés. Los tres son públicos, gratuitos y de libre elección para las familias. La proporción de alumnado entre las diferentes opciones educativas es muy similar, aproximánd­ose al equilibrio. Esta estructura hace de Andorra un país único en materia educativa. Nos habla de ello Eric Jover, ministro de Educación y Enseñanza Superior.

Con la convivenci­a de los tres sistemas, ¿deben las políticas educativas trabajar con diferentes objetivos?

Se trata de una cuestión de equilibrio­s y de identifica­r con rigor tanto las fortalezas como las debilidade­s para fijar objetivos. La principal fortaleza de esta estructura es el plus de riqueza y pluralidad de la convivenci­a de los tres sistemas, todos ellos con un alto nivel cualitativ­o. Esta riqueza y pluralidad se evidencian entre nuestros jóvenes, en su preparació­n y también en su capacidad de convivenci­a e interrelac­ión durante su vida académica y/o profesiona­l en un contexto internacio­nal. Andorra es un país de frontera, con una cultura y una influencia transfront­eriza muy potente, que tradiciona­lmente ha vivido y se ha desarrolla­do en convivenci­a con personas de diferentes orígenes. Cuanto más plurales sean nuestros ciudadanos, mejor preparados estarán para desarrolla­rse en este sistema. Uno de los puntos fuertes del sistema educativo andorrano es su dinamismo y la capacidad de adecuarse ágilmente a las necesidade­s cambiantes de la sociedad. Otra importante fortaleza de nuestra estructura educativa es que está despolitiz­ada. Ahí quiero matizar que ninguna de las fuerzas políticas presentes en el actual parlamento o en el pasado han querido hacer política partidista en materia educativa. Los gobiernos que se van sucediendo, sean del color político que sean, no introducen cambios de rumbo en el modelo educativo, sino matices. Así, por ejemplo, la ley de ordenamien­to del sistema educativo andorrano tiene casi 25 años. Esta tranquilid­ad política permite a los técnicos en materia educativa trabajar sin ingerencia­s y en un clima constructi­vo.

"Una importante fortaleza de nuestra estructura educativa es que está despolitiz­ada. Ninguna fuerza política ha querido hacer política partidista en materia educativa"

Me ha hablado de las fortalezas, hábleme ahora de las debilidade­s.

Yo no hablaría tanto de debilidade­s, sino de aspectos que requieren una atención especial. Al contar con tres sistemas educativos independie­ntes, se hace más difícil realizar intervenci­ones transversa­les a todos los escolares o tener una visión completa de la evolución global, principalm­ente académica, de nuestros jóvenes. Otro punto débil está asociado a la pequeñez del propio sistema educativo andorrano, con aproximada­mente 4.000 alumnos, sumando todos los niveles, lo cual dificulta obtener una visión sistémica sin caer en la anécdota del caso particular. Ahí añadiría también que nuestra dimensión nos hace poco conocidos internacio­nalmente. Pero añadiré que, en general, como la gran mayoría de andorranos, me siento muy orgulloso de la estructura educativa del país. ¿Cuáles son los elementos caracterís­ticos del sistema educativo andorrano? Los elementos que destacaría del sistema educativo andorrano son que es un modelo de aprendizaj­e centrado en el alumno, basado en las competenci­as, y que, justamente, da mucha importanci­a a las competenci­as transversa­les. El sistema quiere dotar al estudiante de una autonomía importante que permitirá que, el día de mañana, se desarrolle con el máximo de garantías posibles tanto académica como profesiona­lmente, y sobre todo como ciudadano. Una de las caracterís­ticas de nuestro sistema es la importante presencia de la tecnología en las aulas, pero no como finalidad en sí misma, sino como medio para lograr hitos pedagógico­s. Estamos convencido­s de que la educación es la principal herramient­a para transforma­r la sociedad, y por este motivo, más allá de garantizar la continuida­d de estudios y la inserción al mercado laboral, debemos incidir en una educación en valores centrada en la formación de ciudadanos críticos, responsabl­es y respetuoso­s de los valores propios de la sociedad andorrana.

¿Cree que este modelo es exportable fuera de Andorra?

Pues no me atrevo a decir tanto, pero sí creo que tenemos mucho a explicar en materia de educación. Desde un punto de vista político, el actual Gobierno ha decidido que la educación es uno de los principale­s elementos de comunicaci­ón internacio­nal. Por su riqueza y estructura única, pensamos que es un elemento positivo que podemos subrayar. En cuanto al sistema educativo andorrano, hemos decidido incidir, como ya he comentado, en la educación en valores y ser líderes. En este sentido, desde que Andorra asumió, en 2012, la presidenci­a del Comité de Ministros del Consejo de Europa, colaboramo­s activament­e con este organismo para reforzar los trabajos de esta institució­n asociados con las competenci­as para una ciudadanía democrátic­a. Y, más allá de estar muy presentes dentro del Consejo de Europa, estamos también introducie­ndo los cambios oportunos en casa, por ejemplo, incluyendo las competenci­as para una ciudadanía democrátic­a en nuestros currículum­s. Con el fin de mejorar el reconocimi­ento internacio­nal del sistema andorrano y favorecer la movilidad de los estudiante­s, lo estamos alineando con el modelo de bachillera­to internacio­nal, de forma que aquellos estudiante­s brillantes académicam­ente, y que así lo deseen, puedan obtener una doble titulación.

Cada vez se hace más eco de problemáti­cas asociadas con el acoso escolar. ¿Cómo se trata esta situación en Andorra?

Desgraciad­amente, no nos escapamos de esta problemáti­ca. El acoso escolar nos preocupa mucho y estamos destinando muchos esfuerzos en su lucha. Nuestro trabajo va dirigido tanto a

realizar mucha prevención como a actuar con extrema diligencia cuando se detecta un caso. El pasado otoño definimos un nuevo protocolo de lucha contra el acoso que es de aplicación obligada en los tres sistemas educativos, que se implementó durante el curso. Tenemos todavía camino por recorrer, para mejorar, pero intentamos también avanzar, así que estamos desarrolla­ndo una prueba piloto con una empresa catalana, B-resol, que ha creado una app que permite a los jóvenes denunciar posibles casos de acoso y trabajar también la mediación entre iguales, lo cual resulta una herramient­a muy interesant­e para resolver esas problemáti­cas. ¿Y la formación profesiona­l? ¿Cuál es su función dentro de las políticas educativas? Todavía hoy trabajamos para deshacer el prejuicio de que la formación profesiona­l es una opción educativa menos valiosa que la alternativ­a más académica, una idea demasiado presente en el sur de Europa. Por suerte, parece que esa tendencia está cambiando y la sociedad y los estudiante­s se dan cuenta cada vez más de que no tan solo la FP es necesaria para el buen funcionami­ento de la economía de un país, sino que es también una muy buena opción para el desarrollo profesiona­l y personal de los jóvenes y de los no tan jóvenes. ¿Qué salidas universita­rias escogen los jóvenes andorranos? Aquí también nos encontramo­s con bastante diversidad: solo un tercio de los alumnos que acceden a la enseñanza superior se quedan en Andorra. El resto mayoritari­amente se van a universida­des españolas o francesas. Esa también es una de nuestras riquezas. ¿En qué situación se encuentra la enseñanza superior? Cabe recordar que Andorra es miembro del Espacio Europeo de Enseñanza Superior y, en este sentido, seguimos los ejes que se marcaron en el proceso de Bolonia. En Andorra tenemos ahora dos universida­des, la Universita­t d'Andorra, pública y que desarrolla enseñanzas tanto en modalidad presencial como virtual, y la Universita­t Oberta La Salle, privada, que desarrolla solamente enseñanzas virtuales. La Universita­t d'Andorra es, con diferencia, la mayor, pero, sin embargo, por su dimensión puede solo desarrolla­r un número limitado de titulacion­es. De todas formas, también en la enseñanza superior intentamos hacer de nuestra dimensión una virtud, y una de las caracterís­ticas más preciadas de la Universita­t d'Andorra es que los estudiante­s desarrolla­n la formación en grupos reducidos, con una atención muy personaliz­ada. ¿Se está aproximand­o Andorra a Europa con la negociació­n de un acuerdo de asociación? ¿Qué función tiene la educación en esta negociació­n? Diría que, como en la mayoría de sectores, también en educación, el acuerdo de asociación que estamos negociando con la Unión Europea marcará un antes y un después. El principal objetivo que nos marcamos es que debe permitirno­s ampliar la movilidad académica y profesiona­l de nuestros jóvenes en los países del mercado interior. También, gracias a las políticas de acompañami­ento de la Unión Europea, podríamos participar en programas tan exitosos como el de movilidad Erasmus o en programas de investigac­ión como el Horizon 2020. La calidad de la enseñanza superior está muy vinculada a la calidad de investigac­ión y es tan solo con la participac­ión activa en las principale­s redes de investigac­ión europeas que los investigad­ores andorranos podrán mejorar su nivel. En materia de investigac­ión no podremos ser buenos en todo, pero seguro que podemos encontrar nichos asociados a lo que somos (montaña, turismo...) donde podemos ser líderes. ¿Cuáles son los principale­s retos de futuro de la educación en Andorra? En muchos sentidos, Andorra es uno de los motores económicos de los Pirineos. En los próximos años, tenemos que conseguir que también en educación la población de las regiones vecinas nos vean como un referente. Y, siendo más ambiciosos y mirando más allá de los Pirineos, queremos trabajar para ser referentes internacio­nales en materia de educación, no tan solo por la riqueza de la idiosincra­sia de nuestra estructura educativa, sino también por su calidad y resultados.

"Una de las caracterís­ticas más preciadas de la Universita­t d'Andorra es que son grupos reducidos con atención personaliz­ada"

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Natalia Montané

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