El último sprint de Abel Antón
Lo tengo realmente difícil: Mireia sacará una ventaja importante en el agua, Miguel después abrirá brecha en la carrera ciclista y a mí me tocará salir el último para tratar de remontar como pueda. ¡Me van a faltar kilómetros!”. Abel Antón barruntaba ayer el guión de una competición donde no cabe otra estrategia que tratar de correr al máximo, sin administrarse, para tratar de plantar cara. Así es el triatlón. Y así será el Barcelona Triathlon by Santander que el legendario fondista soriano disputará el próximo 8 de octubre en el frente marítimo barcelonés.
En una nueva vuelta de tuerca de la organización y el principal patrocinador de la prueba, tres de los grandes embajadores deportivos del Santander –Mireia Belmonte, Miguel Indurain y el propio Antón– competirán entre ellos para tratar de hacerse un hueco entre los mejores de la prueba. Lo harán por equipos, cada uno en su especialidad, aunque no juntos, como ya lo hicieron en Sevilla, sino con triatletas amateurs que serán elegidos por sorteo. Los interesados en aceptar el reto sólo tienen que inscribirse en la web 123acorrer.es.
“Va a ser interesante para todos, para nosotros y espero que para las personas que compitan y convivan con nosotros todo el fin de semana. Nos vamos a divertir todos. Nosotros ya estamos picados y con ganas de que llegue el día de la prueba”. Para el doble campeón de mundo de maratón éste no será su primer triatlón. Aunque a sus 54 años se ha permitido el lujo de poder seleccionar qué corre y qué no corre. Hace unos días participó en el Triatlón de Sevilla, la ciudad donde ganó su último Mundial hace ya 18 años. Su apuesta por Barcelona también es clara, y tras participar el año pasado en la carrera que acogió el Circuit de Barcelona-Catalunya en una campaña por la esclerosis múltiple, ahora regresa para rememorar los Juegos Olímpicos en su 25.º aniversario y la Mitja Marató que ganó en las mismas calles donde ahora va a volver a correr.
“Estoy encantado de estar aquí y de recordar el entorno del Port Olímpic y de la Mar Bella, de donde guardo unos grandes recuerdos. Allí mismo gané la Mitja Marató y en Barcelona quedé finalista en la prueba olímpica de 5.000 m”, recordaba ayer el atleta tras la presentación de esta nueva edición del histórico triatlón barcelonés. Cómodo y relajado en una ciudad que considera su segundo hogar, Antón incluso encontró espacio para las revelaciones.
“Recuerdo lo de hace 25 años como si fuera ayer. El día antes de la final de 5.000 m me entrenaba junto a Fermín Cacho, que
LA PRUEBA “Con Mireia y Miguel abriendo brecha, a mí me tocará remontar: ¡me van a faltar kilómetros!”
Belmonte, Indurain y el legendario fondista competirán junto a triatletas populares en el Barcelona Triathlon by Santander
EL RECUERDO El fondista reveló que, hace 25 años, Fermín Cacho le dijo que iba a ganar el oro antes de correr
ese mismo día corría la de 1.500 m –rememoraba–. Y así, de repente, me soltó que al día siguiente iba a ganar. No pude ver la carrera, porque poco después debía correr la mía y estaba en las pistas del interior del estadio. Cuando vi que aquello se venía abajo supe que Fermín había cumplido. Yo fui más modesto y quedé octavo”. Desde entonces Antón y Cacho comparten una estrecha amistad y negocios en Soria. Tras este triatlón, el reto de Abel es convencer a Fermín de que también pruebe con él este deporte.
Belmonte, Indurain y Antón competirán en Barcelona en la distancia sprint (750 m a nado, 20 km sobre la bicicleta y 5 km a pie), después de haberlo hecho en Sevilla en la olímpica (1.500 m de natación, 40 km de ciclismo y 10 km de carrera a pie). Allí ganaron la prueba por equipos. Ahora, separados, no las tienen todas consigo. Aunque para el fondista, el equipo favorito será el de Belmonte. “Mireia quizá tenga más ventaja que nosotros, porque es la mejor y si nos saca minuto o minuto y pico en el agua va a ser muy difícil remontar. En Sevilla salió dos minutos antes que el segundo y gracias a eso conseguimos ganar por equipos –reflexionaba–. Tanto Miguel como yo vamos a tratar de estar a la altura y ojalá tengamos unos buenos nadadores para poder competir”.
A lo que sí ha renunciado el atleta es a completar él solo la prueba. Antón ha ganado cinco de los ocho maratones que ha disputado, dos de ellos en citas mundialistas, pero confiesa, sin reparos, que no se atreve con el agua. “En la bicicleta aún me defendería un poco, pero nadando lo tendría bastante difícil, porque soy de secano. Del agua saldría el último y ya sería imposible remontar”, reconocía. De ahí que ahora pida, encarecidamente, un nadador o nadadora para su equipo. “Lo necesito y me da igual hombre o mujer”, decía. No le faltarán candidatos.