La Sagrada Família acelera: las torres estarán en el 2022
Las obras del templo se aceleran por las nuevas técnicas constructivas y la solvencia económica
Después de 135 años, las obras de la Sagrada Família se encuentran en su etapa final. La fase en la que la basílica llegará a lo más alto de la ciudad hasta alcanzar los 172,5 metros, que será la altura que alcanzará la torre de Jesús para convertirse en la construcción más alta de Barcelona. El calendario que se han fijado los responsables del templo, para llegar al 2026 con las obras prácticamente finalizadas, es de lo más exigente y a pie de calle empieza a ser visible la transformación acelerada que está sufriendo el perfil de la basílica, gracias a los nuevos sistemas de construcción más propios de la edificación de un rascacielos que de una iglesia. En cuestión de cinco años las seis torres que aún faltan por construir, de las 18 que tendrá el templo, estarán acabadas. Se trata de las estructuras más altas; las de los cuatro evangelistas, la de la Virgen y la de Jesús.
En estos momentos se trabaja intensamente en la torre de la Virgen. La construcción se sitúa ahora sobre los 80 metros de altura y debe llegar hasta los 138. Se construye mediante paneles de piedra postensada que se arman como si se tratase de un mecano gigante en la Galera, los terrenos que la Sagrada Família posee en Gaià. Actualmente se han colocado 58 paneles que van reduciendo su tamaño a medida que la torre coge altura. Las aristas de la estructura están perfiladas de granito azul Bahía de Brasil, que simboliza el manto de la Virgen María.
El arquitecto jefe de la Sagrada Família, Jordi Faulí, explicó ayer que la torre se está construyendo sin andamios exteriores y ya se puede apreciar desde la calle. Se sitúa en el ábside del templo y rodeará el gran hiperboloide que iluminará el altar y que, mediante unas cerámicas blancas, conducirá la luz exterior hasta el presbiterio. El interior de la torre será un espacio monumental vacío.
En la base del pináculo ya se han empezado a colocar los relieves de flores que se relación con la Virgen y el texto del Avemaría, que son obra del taller de escultura dirigido por Etsuro Sotoo.
En paralelo, también se está trabajando en las cuatro torres de los Evangelistas. Las del lado mar están más avanzadas que las del lado montaña y ya han llegado a los 80 metros de altura. La forma de estos pináculos, como ocurre con los de la Virgen y Jesús, es igual que la de la sacristía que se construyó en la esquina de las calles Provença y Sardenya. Está formada por doce nervios paraboloides unidos en el vértice superior, creando estructuras triangulares. Las aristas son de pórfido, que representa la sangre del martirio de Cristo. Estas torres estarán finalizadas en el 2021 y un año más tarde se acabarán los trabajos de la torre de Jesús.
Faulí explicó que, de hecho, ya se está trabajando en los terrenos de la Galera en la construcción de este gran pináculo que empezará a alzarse el año que viene sobre el crucero del templo. A partir del 2019 esta estructura empezará a despuntar frente al resto de las torres que se están construyendo y las superará en altura. La razón son los puentes que enlazarán los diferentes pináculos que hacen necesario detener la construcción de las otras torres y agilizar la de la estructura de Jesús. También será imprescindible subir de altura la grúa para poder trabajar, según explicó ayer Faulí.
En el interior de esta torre habrá un espacio de unos 60 metros de altura que contiene en el centro un núcleo con una escalera de caracol de piedra con un ascensor con ce-
La gran cruz que coronará la basílica tiene unos 15 metros de ancho
El pináculo de la Virgen, que tendrá 138 metros, iluminará de luz natural el altar
rramiento de vidrio. La gran cruz de 15 metros de ancho coronará el pináculo y podrá ser visitada.
Pero los trabajos no se acaban en el 2022 con la construcción de las seis torres. Como señaló ayer Faulí, quedará mucho trabajo por delante. Se deberá construir la capilla, el baptisterio, la segunda sacristía y acabar la fachada de la Gloria, que será el acceso principal al templo. Sobre la parte ornamental de esta portada, el arquitecto explicó que han empezado a estudiar el proyecto, pero, de momento, no se comprometen a que pueda estar acabada en el 2026. “Ahora estamos revisando la documentación dejada por Gaudí y los originales para interpretarlos y estudiarlos de manera global. Queda mucho tiempo por delante para trabajar en ello”, puntualizó.
Al margen de las obras, que avanzan rápidamente debido a la buena solvencia económica del templo –el presupuesto es de 48,9 millones de euros– y las nuevas técnicas de ingeniería y de construcción, el patronato de la Sagrada Família también está ultimando las nuevas medidas de seguridad. El jefe de seguridad del templo, Marc Martínez, explicó ayer que el próximo diciembre entrarán en funcionamiento los dos nuevos controles de acceso, situados de manera soterrada a lado y lado de la fachada del Nacimiento, y que dispondrán de arco y escáner. “Hasta ahora la inspección se realiza de manera visual y con un escáner manual”, apuntó Martínez. Las obras de estos controles empezaron hace nueve meses y se
llevaron a cabo a instancias de las fuerzas de seguridad, que pidieron al templo que extremara las precauciones. El arquitecto jefe de las obras también aclaró que en estos últimos meses se ha incrementado la seguridad de los cuerpos policiales tanto dentro como fuera de la Sagrada Família. Precisamente, una de las razones por las que se decidió ubicar en el interior las colas de visitantes fue la seguridad. Con este cambio, se consiguió a su vez crear menos molestias a los vecinos del entorno de la Sagrada Família que denuncian los problemas que tienen
TRABAJOS PENDIENTES
La ornamentación de la fachada de la Gloria no estará acabada para el 2026
para poder caminar por la zona.
Faulí también hizo repaso de la obra acabada a lo largo del año pasado y de este. Explicó que ha aumentado el confort en el interior con el cierre de aberturas para reducir las corrientes de aire y con la instalación de calefacción radiante. También se ha habilitado un espacio de recogimiento junto a la fachada de la Pasión que simboliza el sepulcro de Jesús y se han cambiado los bancos a partir de una propuesta de Gaudí.