De la felicitación rusa a un nuevo país: ‘Nambia’

El presidente Trump ha dejado su huella. No sólo en su discurso ante la Asamblea General y su mote de Rocket Man para Kim Jong Un. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, le agradeció ayer desde el mismo estrado su defensa de la soberanía en las relaciones internacionales “en contraste con la imposición de valores”. Trump, que cargó contra Corea del Norte, Irán, Venezuela y Cuba, no aludió a la interferencia de Moscú en las elecciones en EE.UU. Tras cuatro días en Nueva York, Trump viajó anoche a su mansión de Nueva Jersey. Entre otras cosas, su debut en la ONU estuvo marcado por la invención de un nuevo país. “El sistema sanitario de ‘Nambia’ es autosuficiente”, afirmó el miércoles ante dirigentes africanos. No existe. No se sabe si se refería a Namibia, a Zambia o a Gambia. También sorprendió por un comentario de ayer. El traductor utilizó el término “deplorable” para la conducta que el presidente de Corea del Sur, Mun Jae In, atribuyó a su vecino del norte. “Me alegra que utilice la palabra ‘deplorable’; me dio suerte”, se burló. Deplorable es el término que Hillary Clinton, su rival, citó para describir a muchos votantes de Trump. Se arrepintió.