Sin preguntas, sin palabras
Andrés Oppenheimer es un prestigioso periodista argentino, con una columna en el Miami Herald y un programa en la CNN en Español, coganador del premio Pulitzer por el caso Irán-Contra y galardonado con algunas de las principales distinciones del periodismo en español, como el premio Rey de España o el Ortega y Gasset. Hace un par de años, Oppenheimer entrevistó en su espacio televisivo al futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo.
No se puede decir que Cristiano acudiera a la entrevista para “hablar de su libro” porque, conocidas sus dotes intelectuales, es poco probable que jamás se anime a escribir algo más complejo que un tuit.
En el programa de la CNN, el jugador insistió, a través de sus representantes, en hablar de una línea de auriculares que lleva su firma. Oppenheimer accedió antes de la entrevista a preguntarle algo sobre ese producto al final del programa, pero antes quería conocer sus opiniones sobre el escándalo de corrupción en la FIFA, que en esos momentos sacudía los estamentos del fútbol mundial.
La entrevista pueden buscarla en YouTube. Evidentemente no era la más importante de la carrera de Oppenheimer, que entre otras personalidades ha entrevistado, por ejemplo, tres veces a Barack Obama.
El periodista se afanó, como era su compromiso con los espectadores, en sonsacar opiniones de Cristiano que pudieran interesar al público, pero el futbolista, con una actitud soberbia, se levantó y se marchó sin haber terminado, visiblemente molesto porque le preguntaban cosas que no le interesaban.
Desde que Paco Umbral le montó una escena a Mercedes Milá en televisión en 1993, cuando alguien no quiere someterse a las preguntas del periodista y sólo quiere hablar de lo que le interesa, decimos: “He venido a hablar de mi libro”. En estos días de ruido y soflamas, esa sentencia está más vigente que nunca. Sale Puigdemont y hace una declaración. Sin preguntas, por supuesto. Sale Rajoy y tampoco se le puede preguntar.
¿Para qué va el periodista? ¿Para aguantar una cámara, un micro o para transcribir frases de una nota pasada por correo electrónico justo después de la declaración? Para eso, mejor los robots. Pero para sonsacar a los responsables políticos la información que más interesa a todos, busquen periodistas. Aunque estos días algunos parezcan de vacaciones.