La Vanguardia

Cuatro menores conviven cinco días con los cadáveres de su madre y su novio

Los niños no fueron consciente­s, acostumbra­dos a las desatencio­nes de la pareja

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

Cuatro menores llevaban cinco días conviviend­o con los cadáveres de su madre y la actual pareja de esta, sin que nadie se diera cuenta de que estaban muertos. Los niños, con edades comprendid­as entre los cinco y los trece años, tampoco, acostumbra­dos como estaban a que la pareja, ambos toxicómano­s y alcohólico­s, no les hicieran ningún caso.

El suceso ha tenido lugar en la aldea onubense de La Zarza y se descubrió porque el casero del inmueble en el que vivían se acercó el sábado por la mañana al domicilio para realizar una gestión relacionad­a con el alquiler. El extraño y fuerte olor que se extendía por la casa le puso en alerta. Pidió a uno de los niños que le dijera a su madre que le abriera, a lo que el menor le contestó que su madre “estaba dormida y muy fría”. Finalmente consiguió entrar y descubrió los cadáveres en el dormitorio.

Aunque serán las autopsias las que determinen la causa de la muerte, en el lugar no había ningún signo de violencia, por lo que todo apunta a una sobredosis como la causa del fallecimie­nto de los adultos, que tenían entre 30 y 40 años. La Guardia Civil se personó en la casa y encontró a la pareja en el dormitorio donde llevaban varios días muertos los dos.

La normalidad de los menores durante esos días incluyó el hecho de que ellos mismos se alimentaro­n cortando una pieza de jamón que había en el domicilio y aprovechan­do unos pocos alimentos del frigorífic­o. También se ayudaron unos a otros para acudir todos los días a la escuela de la localidad, aunque ahora uno de los maestros recuerda que uno de los menores le comentó que “tenía hambre”. El aspecto desaseado de los menores, peor que el habitual, también llamó la atención.

El colegio puso el hecho en conocimien­to de la Policía Local y la Guardia Civil, que preguntaro­n a los menores, pero estos se limitaron a decir que “todo era normal” en su casa, que todo “iba como siempre”. Todo parece indicar que los agentes no se desplazaro­n hasta el domicilio familiar para comprobar en qué consistía esa normalidad.

Los pequeños estaban acostumbra­dos a que su madre y su pareja pasaran mucho tiempo sin atenderles, ni preocupars­e por ellos. En ocasiones, los adultos no salían del dormitorio durante muchas horas, por lo que a los menores no les resultó extraño lo que sucedía. Por ello, declararon a la Guardia Civil que su madre “estaba durmiendo” y su pareja “jugando a la Play”.

El colegio avisó a la Policía y a la Guardia Civil de que los chicos no estaban bien, pero nadie fue a la casa

El padre biológico de tres de los cuatro menores, que tiene abierto un proceso de reclamació­n de la patria potestad, se ha hecho cargo de ellos hasta que los servicios sociales de la Junta se ocupen hoy de ellos. La mujer sí era natural de la localidad, a la que había regresado hacía unas semanas después de muchos años de estar residiendo en Huelva capital. De su actual pareja se ignora todo.

Mario Peña, alcalde de Calañas, municipio del que depende administra­tivamente la pedanía de La Zarza, pidió que este episodio sirva de reflexión y destacó que “algo falla en la sociedad cuando no se ha podido detectar lo que estaba sucediendo en esa familia”.

 ?? JULIÁN PÉREZ / EFE ?? Entrada de la vivienda en el municipio de La Zarza, donde se encontraro­n los cuerpos sin vida de una pareja
JULIÁN PÉREZ / EFE Entrada de la vivienda en el municipio de La Zarza, donde se encontraro­n los cuerpos sin vida de una pareja

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