La Vanguardia

El Espanyol confirma su buen momento y golea al Deportivo

Los blanquiazu­les despliegan su mejor juego, golean al Deportivo y suman 7 puntos de 9

- RAMÓN ÁLVAREZ Cornellà de Llobregat

Quique Sánchez Flores ha encontrado la fórmula de la felicidad. Repitiendo por tercera vez en siete días un once con el que dio en la cuarta jornada de Liga consiguió que su equipo volviese a desplegar su mejor juego para golear al Deportivo, sumar 7 de los 9 puntos que ha disputado estos días y llevar la euforia a la grada de Cornellà.

El guión y los protagonis­tas de la matinal de ayer fueron los mismos que el lunes ante el Celta y el jueves en Vila-real. Con la única excepción de Javi Fuego, que saltó de la convocator­ia a última hora por una gastroente­ritis. Diop asumió su papel en el campo y Marc Roca, que no estaba concentrad­o, también acabó jugando. El dibujo, lógicament­e, volvió a ser el mismo, con Darder y Jurado volviendo a tener un papel destacado en el eje del ataque blanquiazu­l.

Que al técnico españolist­a los planes le volvían a salir bien se vio enseguida. Su equipo salió enchufado y muy dinámico y en la segunda jugada ofensiva, a los 5 minutos de juego, ya se adelantaba. Haciendo gala de un perfecto entendimie­nto, Baptistão dejó pasar un balón a la banda derecha, por donde se incorporab­a Víctor Sánchez, para adentrarse en el área y rematar en plancha al palo largo el centro que su compañero le sirvió de primeras. Un gran gol que demuestra el gran estado de forma del hispano-brasileño y el gran rendimient­o que puede ofrecer jugando en la banda.

La fiesta acababa de comenzar, y en el minuto 13 Gerard estuvo a punto de sorprender a Schär al mejor estilo Tamudo. El central visitante se durmió en un control en su área y el ariete españolist­a le robó la cartera, aunque Pantilimon estuvo al quite y se adelantó para hacerse con el balón.

El Deportivo trató de responder al dominio local con disparos exteriores de Cartabia y Borges que no llegaron a sorprender a un gran Pau. Poco después fue Çolak quien remató de volea y desviado en el área españolist­a y el meta volvió a ser decisivo en el 33 al enviar a córner un disparo de Çolak que rebotó en un jugador españolist­a. Pero el partido era del Espanyol, que tras un centro de Piatti al que no llegó por centímetro­s Jurado, solo en el corazón del área pequeña, y un cabezazo franco de Gerard que se fue por encima del larguero en una falta botada al área por Jurado, volvió a encontrars­e con el gol. Fue en otra acción a balón parado: un córner servido por Piatti que Arribas empujó sin explicarse cómo hacia su propia portería.

Con dos goles de ventaja, los locales bajaron el ritmo y dejaron jugar al rival, aunque sin que los gallegos llegasen a generar ocasiones en los últimos minutos de ese primer tiempo pese a su dominio. Y del Depor fueron también los primeros minutos del segundo, cuando bien pudieron cortar distancias. Primero con un balón muerto que Guilherme incomprens­iblemente no acertó a enviar entre los tres palos desde el área pequeña. En la siguiente acción, Cartabia disparó para que Pau se volviese a lucir.

El peligro esta vez era real y la lógica se impuso en el minuto 53, cuando Borges acortó distancias rematando sólo un centro de Luisinho tras una buena acción personal. El costarrice­nse llegó solo al área y pudo rematar incluso cayéndose para poner el 2-1 en el marcador y el miedo en el cuerpo en la grada.

La advertenci­a de Quique en la previa se hacía real: cualquier exceso de confianza o pérdida de intensidad era un riesgo que el Espanyol no debía ni podía asumir si no quería llevarse una sorpresa. El técnico movió el banquillo para recurrir a un Granero que sigue sin estar en su mejor momento, a Sergio García y a Marc Navarro casi de una tacada, en tanto que Pepe Mel no dudó en recurrir a Andone en busca del empate. Y los planes volvieron a salir bien al técnico local, ya que su equipo reaccionó, se volvió a meter en el partido y consiguió el gol de la tranquilid­ad gracias a un penalti bastante ingenuo de Arribas sobre Granero. Gerard no falló desde los 11 metros para poner el 3-1 en el 73.

Quedaba partido y al Espanyol ya no le tocó sufrir. Esta vez, en lugar de contener, se fue arriba en busca del cuarto. Lo tuvieron Baptistão por partida doble, el propio Gerard y Sergio García, con una intercepci­ón en la zona de tres cuartos y una vaselina sobre el meta visitante que enloquecie­ron en Cornellà. Pero el gol volvió a ser para Gerard ya en el 90 al rematar cómodament­e un centro de Baptistão y cerrar la fiesta con traca.

LOS PROTAGONIS­TAS Darder y Jurado volvieron a ser providenci­ales en el eje del ataque y Baptistão se salió desde la banda

EL HÉROE Gerard marcó desde el punto de penalti el gol de la tranquilid­ad y remató su actuación con el cuarto

EL ÍDOLO Sergio García salió para revolucion­ar a la grada con una vaselina sobre el meta visitante que se fue fuera

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 ?? ANDREU DALMAU / EFE ?? Granero, Baptistão y Gerard Moreno celebran el primero de los dos goles del canterano, el tercero para el Espanyol
ANDREU DALMAU / EFE Granero, Baptistão y Gerard Moreno celebran el primero de los dos goles del canterano, el tercero para el Espanyol

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