Las series llegan a San Sebastián con un lujoso thriller del siglo XVI
Triunfa ‘Fe de etarras’ (Netflix), filme que “reduce a chiste al terrorista”
Las series de televisión entraron ayer por la puerta grande del Festival de San Sebastián, en su sección oficial, a través de dos de los seis capítulos que forman el lujoso thriller del siglo XVI La peste (Movistar +), dirigido por Alberto Rodríguez “sin límites materiales, creativos ni de tiempo”. Con Pablo Molinero al frente del elenco de actores, el también director de El hombre de las mil caras convierte a un exmilitar proscrito –una especie de Francisco Paesa de la época– en investigador de una serie de horribles crímenes cometidos en la “rica pero pestilente” Sevilla asolada por la peste en el año 1587.
Sobre el ahora detective, de nombre Mateo (Molinero), pesaba una pena de muerte por imprimir libros prohibidos. Pero el inquisidor mayor del reino le perdona la vida a cambio de que descubra quién está detrás de los asesinatos que le inquietan. Mateo se apoya de entrada en
su viejo amigo Zúñiga, hombre poderoso y oscuro interpretado por Paco León.
La trama, con ser interesante y tener gancho, es ante todo “un vehículo” para contar lo que Rodríguez y el guionista Rafael Cobos se plantearon hace años mientras daban un paseo por su ciudad: ¿cómo sería Sevilla cuando, en el cenit del imperio, acogía el Puerto de Indias y era “la urbe más importante de Occidente?”.
La respuesta es una superproducción que traslada al espectador a una metrópoli bulliciosa donde conviven el orden y el caos, la riqueza más obscena con la miseria más letal; las tramas conspirativas de los hombres pudientes y los represores del Santo Oficio con las trapacerías de los pícaros y buscavidas de las clases bajas. Y
en medio, arracimados en las calles, una variopinta población integrada por trabajadores de los oficios, niños esclavizados, comerciantes de las mercaderías venidas de América, prostitutas, ladronzuelos... Un mundo que sólo en parte conocemos por la Historia. Pues, en el proceso de documentación para la serie, Rodríguez y Cobos descubrieron hechos y datos que llamarán la atención del espectador como a ellos se la llamaron. “No sabíamos que en la Sevilla de entonces se hablaban cincuenta lenguas y el diez por ciento de la población era negra; que el tomate no se comía porque se consideraba venenoso y se utilizaba como elemento decorativo; que cuando el oro y la plata llegaban al puerto provocaban fluctuaciones globales que alcanzaban a Asia; que la cárcel estaba estratificada por clases sociales y podía servir de refugio a los perseguidos por la Inquisición”, dicen los cineastas a La Vanguardia. Y añaden que uno de sus mayores empeños fue “poner a los personajes a pensar y actuar con la lógica del siglo XVI, que es muy distinta de la nuestra”.
En la presentación de La peste a la prensa, Paco León juzgó su presencia en la sección oficial de Zinemaldia como “un hito y un antes y un después” que muestra cómo la separación de cine y tele “se desdibuja” en virtud de las grandes producciones fílmicas de las plataformas televisivas; unas producciones que, con menos cortapisas que las del cine convencional, ofrecen a los autores los medios para crear “con plena libertad”. La peste se verá en Movistar+ a partir de enero del 2018.
Otro producto concebido para la tele (Netflix), la anunciada como “comedia de humor negro” Fe de etarras, triunfó a lo grande en su presentación ante los 3.000 donostiarras que abarrotaron el Velódromo Antonio Elorza. En alusión a cómo el filme ridiculiza a un comando de ETA durante una prolongada espera de órdenes en pleno Mundial de fútbol de Sudáfrica –cuando la victoria de la roja convirtió “el fútbol en patria”–, su director, Borja Cobeaga, afirmó: “Reducir al chiste a un terrorista tiene que escocer (a los suyos) y es una victoria de la sociedad”.
El estreno de una serie en la sección oficial del festival de Donostia marca un antes y un después, dice Paco León