Contra “la inmadurez”
Alumnos del IES El Palau defienden a sus compañeros hijos de guardias civiles
Los móviles de los estudiantes del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca no pararon de sonar el miércoles por la noche. La causa, una convocatoria por WhatsApp, que compartieron masivamente, para concentrarse ayer a las puertas del centro para exigir “respeto” para sus compañeros que por ser hijos de guardias civiles el lunes habían sido objeto de supuestas presiones de algunos profesores. A las 8 horas, más de 250 estudiantes acudieron a la llamada: por solidaridad y para protestar contra “la inmadurez”.
Los alumnos, sin adultos y en silencio, hicieron una llamada a la convivencia. “Son nuestros amigos y compañeros. Esto simplemente no puede pasar”, comentaban ayer algunos estudiantes de un instituto que es vecino de la comandancia de la Guardia Civil de Sant Andreu, el cuartel más grande que la Benemérita tiene en Catalunya. Un centro que por sus aulas pasan, desde hace décadas, hijos de guardias que, en algunos casos llevan más de 30 años allí . “Esto (las presiones) está fuera de lugar”, se comentaba.
El IES El Palau fue uno de los centros de votación en donde la Benemérita entró en el 1-O. Según se han quejado algunos padres, el lunes se instó a los menores a protestar contra la “violencia policial” y hubo, incluso, algún docente que les preguntó su opinión. Casos puntuales, que acabaron con lloros, pero no aislados: se han dado otros similares en centros de Premià de Mar, Olot o La Seu d’Urgell donde ya se han presentado dos denuncias por incitar al odio a menores.
“Nos quedaremos fuera, delante de la puerta y nos sentaremos pacíficamente. Que corra, porque ante todo, respeto”, sentenciaba el mensaje de convocatoria que recriminaba al centro su actitud “irresponsable, inmadura y fuera de lugar” frente a los hijos de los guardias. Algunos profesores bajaron a hablar con los alumnos, que no hicieron sentada porque el suelo estaba mojado, pero que no subieron a clase hasta las nueve.
El IES El Palau hizo ayer un comunicado a través de su web en el que su claustro insistió en haber velado “siempre” “por la perfecta convivencia de su comunidad educativa”. Rechazaron algunas de las “informaciones publicadas” que “cuestionaban la práctica profesional de los docentes del centro: la convivencia en el centro siempre ha estado y estará garantizada”.
El alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca (PSC), firmó ayer un bando en el que se comprometió a garantizar “la tolerancia, el respeto y el civismo”. El edil solicitó a principios de esta semana información a Ensenyament y al centro. Mantiene el contacto con los padres, con los que se reunirá el lunes. “No podemos permitir que se rompa el sentido común”, dice el edil que tras el 1-O rechazó “cualquier tipo de violencia” y llamó al diálogo, y que, aunque no lo dice, él ha sido objeto de insultos por ser del PSC.