Cielos asequibles
La aerolínea adquiere una posición dominante y Ryanair habla de “conspiración”
La compañía aérea de bandera alemana Lufthansa despega hacia el bajo coste gracias a la compra de la mayoría de los activos de la low cost Air Berlin, en estado de bancarrota, que contribuirá a potenciar su oferta de vuelos baratos a fin de ser más competitiva en el mercado europeo.
El gigante alemán Lufthansa despega hacia el bajo coste. La compañía de bandera germana se ha quedado con la mayoría de los activos de Air Berlin, en estado de bancarrota, para potenciar su oferta de vuelos baratos y ser más competitiva en el mercado europeo.
El conjunto de la operación, valorada en 1.500 millones, hará que la aerolínea adquiera una posición dominante en el mercado interno (Air Berlin era la segunda compañía del país), con lo que deberá enfrentarse al examen de los órganos administrativos que tutelan el libre mercado, teniendo en cuenta que la aerolínea ya era líder en Alemania con el 35% del sector. El consejero delegado de Lufthansa, Carsten Spohr, ha admitido estar “al borde de lo que las autoridades de la competencia pueden aceptar”.
Es un riesgo que la compañía está dispuesta a pagar, ya que esta expansión le permitirá captar nuevos clientes (Air Berlin transportaba unos 80.000 pasajeros diarios) en un momento en que el sector de la aviación se enfrenta con problemas de rentabilidad. “En nuestra industria, los precios han estado disminuyendo durante años y son tan bajos que las aerolíneas están luchando para sobrevivir”, añadió el ejecutivo. Las acciones de Lufthansa subieron ayer hasta el máximo de los últimos 17 años.
Air Berlin era una opción apetitosa, al haberse quedado de facto insolvente este verano. El año pasado cerró con unas pérdidas de 782 millones de euros y en la actualidad estaba operando sólo gracias a un crédito estatal de 150 millones de euros. Finalmente, después de un interés más o menos explícito de Ryanair y de EasyJet, ha sido Lufthansa la que se ha llevado el trozo más grande del pastel. En concreto, Lufhansa se hizo con 81 aviones (sobre 144), la filial de vuelos regionales LGW y la aerolínea austriaca de vuelos vacacionales Niki.
Unos 3.000 empleados de Air Berlin (sobre un total de 8.500) pasarán a engrosar las filas del nuevo grupo, pero no se saben las condiciones. “No podemos pagar los salarios que pagamos hace 20 años, es la triste realidad del transporte aéreo hoy”, advirtió el jefe de Lufthansa.
COMPETENCIA
La filial Eurowings absorberá los activos y la empresa tendrá casi un monopolio en su país
POLÉMICA
La compañía irlandesa cree que Alemania favoreció la operación y lo denuncia a la UE
La filial de bajo coste de Lufthansa, Eurowings, será la que absorberá los activos. Los empleados de Air Berlin deberán solicitar ser contratados por la nueva empresa y se les reconocerá los años trabajados en su anterior compañía. Esta incorporación supondrá añadir entre 70 y 90 millones de beneficios a Eurowings a medio plazo.
Air Berlin cesará de volar a finales de octubre. La transición durará hasta nueve meses. Los pasajeros que hayan reservado billetes con Air Berlin después del 15 de agosto podrán contar con un reembolso, pero hay 100.000 viajeros que habían contratado vuelos de largo recorrido que perderán parte o la totalidad de su dinero.
Ryanair había acusado al Gobierno alemán de gestar “una conspiración evidente” junto con Lufthansa para excluir a a los principales competidores de la puja y de haber ignorado la normativa de ayudas estatales. La firma irlandesa denunció los hechos ante la UE por considerar que dicha fusión es incompatible con el derecho comunitario. Bruselas dispone de un plazo de hasta dos meses para evaluar la situación.
Por cierto, el próximo lunes termina el plazo de puja por Alitalia, por la que había presentado una oferta la compañía irlandesa Ryanair, que al final se retiró. “Si hubiera una oportunidad de crear una nueva Alitalia, entonces Lufthansa será la primera interesada”, según confesó el máximo ejecutivo de la alemana. Las conspiraciones, reales o presuntas, continúan.