Sánchez asume que abrir la Constitución tensa al PSOE
“Hay mimbres” para abordar la reforma, afirman en Ferraz
“Es un desafío, pero hay que abordarlo... no hay otra”. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, está convencido de que su propuesta de abordar una reforma de la Constitución es la única salida para la crisis de Estado a la que ha conducido el proceso independentista en Catalunya. Pero también sabe que no será, ni mucho menos, un camino de rosas. “Hablar del modelo territorial es un debate muy complicado para organizaciones de ámbito nacional que quieren gobernar este país. Es muy, muy complicado, porque hay muchos intereses en juego. Estamos hablando de sensibilidades, de identidades, de intereses económicos como la financiación autonómica. Eso, evidentemente, tensa las costuras de una organización política como el PSOE”, admitió ayer Sánchez en una entrevista en la Ser.
El líder del PSOE, después, pudo conversar, o al menos saludar durante la celebración del 12-O en Madrid, a buena parte de los dirigentes socialistas con los que habrá de consensuar posiciones, en algunos casos, muy distantes. Empezando por los siete presidentes autonómicos socialistas: la andaluza Susana Díaz, el asturiano Javier Fernández, el aragonés Javier Lambán, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el castellano-manchego Emiliano García-Page, el valenciano Ximo Puig y la balear Francina Armengol. También los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, los exvicepresidentes Alfonso Guerra y Alfredo Pérez Rubalcaba... Este último, por cierto, fue el impulsor en el 2013 de la apuesta socialista por la reforma constitucional como solución para la cuestión catalana, y ya entonces le costó sangre, sudor y lágrimas alinear a todo el PSOE y al PSC en la declaración de Granada.
Sánchez enumeró las propuestas que pondrá encima de la mesa: “Plurinacionalidad, reconocimiento de la singularidad catalana, mejora de la financiación y mayor capacidad de autogobierno en múltiples áreas que tienen que ver con la voluntad de Catalunya de ser nación”. En el seno de la familia socialista, las grandes batallas volverán a ser las de la plurinacionalidad y la financiación, y cómo conjugar las posiciones antagónicas al respecto entre el PSC y Susana Díaz, que ayer volvió a presentarse como garante de la igualdad en España, y el resto de las federaciones del PSOE. Pero, por lo pronto, Sánchez ya logró abrir una puerta que permanecía cerrada a cal y canto desde hace seis años: la de Mariano Rajoy. El líder del PSOE insistió ayer en que el compromiso del presidente del Gobierno al respecto es “firme”. “Hay convicción y determinación”, subrayó. Ahora, lo primero es constituir la comisión en el Congreso que abra el debate territorial. En este foro, según la dirección del PSOE es
El líder socialista reclama a Puigdemont una respuesta nítida al requerimiento que le envió el Gobierno
donde se comprobará “si hay mimbres” para abordar, después de seis meses de trabajos, una reforma constitucional. Pero en Ferraz no hay dudas: “Hay mimbres”. El PP, el PSOE, Podemos y Ciudadanos, cada uno con posiciones de partida muy distintas, están dispuestos a sentarse a negociar. Falta, con todo, algo imprescindible: “Es fundamental que estén los catalanes”, advierten en Ferraz. Están convencidos de que el PDECat estará, pero ERC sigue cerrado en banda.
Sánchez, en los corrillos en el Palacio Real, reclamó por lo pronto a Carles Puigdemont que no adopte una posición “ambigua” en su respuesta al requerimiento del Gobierno: “Tiene que aclarar si hubo declaración de independencia”. De su respuesta dependerá el escenario que se abra. Y el líder del PSOE volvió a advertir que en su mano está que no se aplique el artículo 155: “Si Puigdemont no se siente capaz de volver a la legalidad, debe dar un paso atrás y convocar elecciones”.